El seleccionador olímpico era ayudante de Luis de la Fuente en los Juegos de Tokio. Allí se colgó la plata y ahora quiere dar un paso más
Santi Denia era ayudante de Luis de la Fuente en los Juegos de Tokio. Estaba en el banquillo cuando el exbarcelonista Malcolm marcó el gol que daba el oro a Brasil. De allí salió España con la medalla de plata, la tercera de su historia y con ganas de repetir el oro de Barcelona 92. Y en el futuro, quién sabe. En aquel equipo había siete jugadores que este verano han sido campeones de Europa con la absoluta: Unai Simón, Cucurella, Zubimendi, Mikel Merino, Pedri, Dani Olmo y Oyarzabal.
Cuatro de ellos habían jugado ese verano ya la Eurocopa, igual que Pau Torres y Eric García, una experiencia que en esta ocasión solo repiten Fermín y Baena. No han querido los técnicos forzar después de que se haya acusado a ese desgaste de todas las lesiones de Pedri desde entonces.
Aunque la visión de los jugadores es diferente. «Si tuviera que volver a elegir creo que volvería a jugar aquellos dos torneos y creo que muchos compañeros también. Si es una factura no es solo por los Juegos Olímpicos y por la Eurocopa sino por la acumulación que hay durante todo el año, por el poco descanso que hay», reconoce Oyarzabal.
«Podemos soñar en grande», dice en una entrevista con fifa.com Santi Denia, que ya había vivido unos Juegos como futbolista en Atlanta 96. «Tengo un grato recuerdo de todas las experiencias. La primera como jugador porque era el sueño cumplido de un deportista y de segundo entrenador de Luis de la Fuente fue algo maravilloso», dice el seleccionador español.
España debuta hoy (15:00, Teledeporte) contra Uzbekistán y Santi Denia no es el único que repite en el torneo olímpico. Eric García, uno de aquellos jugadores que hizo doblete en el verano del 91, estará en el campo acompañando a Cubarsí en el centro de la defensa. Santi y Luis de la Fuente no han querido «castigar» al joven central azulgrana con la Eurocopa, donde estaba destinado a tener un papel parecido al de Dani Vivian. Miranda, el lateral izquierdo, también estaba en aquel equipo que ganó la plata en Tokio.
Eric es el veterano, pero el capitán del equipo es Abel Ruiz, un futbolista que este verano regresa a la Liga española para jugar en el Girona después de haber pasado los últimos años en el Braga. Abel ya tiene experiencia como capitán, lo ha sido en todas las categorías desde que ganó el Europeo sub’17 y perdió el Mundial de la misma categoría contra Inglaterra. Ahora tiene la ilusión de llevarse el oro olímpico.
«Es diferente a todo lo que hemos jugado, salvo para Juan Miranda y Eric García, que sí estuvieron en Tokio», explica Abel. Este año los futbolistas sí podrán disfrutar del ambiente de la Villa Olímpica, algo que se les suele negar al jugar en sedes alejadas de la ciudad organizadora. Un privilegio que no tendrá por ejemplo la selección femenina por la estructura del torneo.
«Tienes la peculiaridad de tener la Villa Olímpica y poder estar con deportistas de otras modalidades, compartir comedor y conocerlos. A mí me hace mucha ilusión poder coincidir con alguno del tenis, como Nadal o Alcaraz, o del baloncesto, que son deportes que sigo mucho», dice Abel Ruiz.
Aunque el objetivo de verdad es repetir el camino que ha hecho la selección absoluta en la reciente Eurocopa. Como en el torneo continental, España debuta en el mismo escenario donde se jugará la final, el Parque de los Príncipes. Y como el equipo De la Fuente, Santi quiere regresar al punto de partida para colgarse el oro que se le escapó en Tokio en el minuto 108.
España será la encargada de abrir el torneo junto al Argentina-Marruecos. Siempre es importante el primer partido, pero más aún en un campeonato tan corto como los Juegos Olímpicos, es el mensaje que circula entre los responsables del equipo.
El partido frente a Uzbekistán marca el inicio de un camino que tiene en una accesible fase de grupos a República Dominicana –entrenada por el español Ibai Gómez– y a Egipto. En el cruce de cuartos de final las opciones son Japón, Paraguay, Mali o Israel; con Argentina o Francia, a priori, favoritas junto a España, aguardando en unas potenciales semifinales. Todo con tal de estar el viernes 9 de agosto en el Parque de los Príncipes y volver a ganar el oro 32 años después de la vivida en Barcelona ante Polonia.
