Se acerca la hora de la verdad. Los Juegos Olímpicos comienzan oficialmente en dos días, aunque el fútbol arranque hoy– y el grueso de la delegación española parte hacia París con un objetivo claro: superar las 22 medallas logradas en Barcelona 92.
Y lo hace con la expedición más numerosa que ha salido a una cita olímpica fuera de nuestras fronteras. En total serán 382 deportistas los que tomarán parte en las más de dos semanas de frenesí deportivo en el país vecino. Cada vez queda más lejos en el recuerdo lo de Barcelona, donde España se hizo con 22 metales: trece oros, siete platas y dos bronces. Es el techo a romper.
De hecho, venimos de unos años en los que, tras el tropezón de Sídney 2000 –apenas 11 preseas–, el equipo español se ha instalado en el entorno de la veintena. Fueron 20 en Atenas, una menos en Pekín, de nuevo 20 en Londres –en cada cita sumamos una medalla debido a reajustes posteriores por casos de dopaje que beneficiaron a nuestros deportistas– y, finalmente, en Río y Tokio se trajeron 17 medallas en cada una. Eso sí: esta vez España llevará 60 integrantes más que a la cita japonesa, un paso adelante más que significativo.
Dentro de la expedición, lo primero que llama la atención es una gran ausencia: la de Jesús Ángel, Chuso, García Bragado. El mítico marchador que se despidió en Tokio después de ocho participaciones en los Juegos. No estará él por primera vez desde Seúl’88 y tampoco su prueba, los 50 kilómetros marcha, sustituidos por el COI por un maratón de marcha con relevos mixto que casa más con los formatos televisivos, pero no satisfacen a los aficionados más puristas de la marcha.
Sí tendremos a Teresa Portela, la palista que en París disputará sus séptimos Juegos y se colocará en el segundo lugar histórico del deporte español por detrás de Chuso y adelantando a Manel Estiarte y Álvarez de Cervera, con seis participaciones. Portela ya es la mujer española que más veces ha estado en los Juegos y ahora pone tierra de por medio con históricas como Arantxa Sánchez-Vicario y María Peláez, que suman cinco presencias.
Si se intenta hacer a propósito, habría sido muy difícil lograr una delegación más paritaria que la actual. Por primera vez, las mujeres serán mayoría frente a los hombres, aunque de manera tan ajustada que casi se puede hablar de un «fifty-fifty». En total, habrá 192 chicas por 190 chicos.
El empuje del atletismo femenino, y disciplinas donde nuestras deportistas suelen ser referencia como la natación sincronizada o la gimnasia rítmica, han tirado de ese ascenso de mujeres en la expedición española. Pero también son mayoría en modalidades recién incorporadas al programa olímpico como el surf o el skateboarding. Además, habrá presencia femenina en baloncesto 3x3 o pentatlón moderno.
Optimismo es el sentimiento que define la atmósfera que rodea a la expedición. El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, transmitió esa sensación en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas antes de partir. «Viendo la pasión con la que les veo entrenar y competir... más de 22 medallas. Vamos a por las 22, que ya es la barrera de Barcelona, y después vamos a ver qué pasa», comentó destacando la evolución de muchos de los componentes del equipo español: «Hay muchos que en Tokio fueron cuartos o quintos y ahora son campeones del mundo. En deporte nunca hay nada seguro, pero nos permite ser optimistas», añadió.
El grueso de la expedición se instalará hoy en Francia. Algunos, como los equipos de fútbol o las jugadoras de balonmano, empiezan su andadura antes de la ceremonia inaugural. Otros ya llevan más de un día en la Villa Olímpica donde Carlos Alcaraz y Rafa Nadal son la gran atracción en la expedición española. Ambos ya se entrenador ayer en la Philippe Chatrier, la central de Roland Garros. Hoy se celebrará el sorteo.
