Varias decenas de vecinos se han concentrado en los alrededores de la vivienda para intentar impedir la acción policial y algunos de ellos han sido amenazados por la Policía por incumplir la ley mordaza
Vecinos de Lavapiés logran aplazar el desahucio de una mujer de 59 años y su hijo de ocho
Un activista antidesahucios se ha colgado este miércoles en un patio a 12 metros de altura para intentar frenar el desahucio de Zohra, una mujer de 59 años que reside junto a su hijo de ocho en la calle Zurita de Lavapiés, en Madrid El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid ha comunicado que, tras el intento a las 6:20 de la Policía Nacional de entrar en la vivienda en caso de que se vuelva a proceder el activista caerá.
“Un mecanismo que le conecta a la puerta de la vivienda hace que si la Policía abre dicha puerta para ejecutar el desahucio, la persona caerá al vacío 12 metros contra el suelo de hormigón”, ha señalado el sindicato en un comunicado en el aseguran que “las personas que nos organizamos para asegurar el derecho a la vivienda nos va la vida en ello”.
En el interior de la vivienda, varios activistas han logrado frenar el primer intento de entrenar, sin embargo, muchos han sido expulsados de la casa y aseguran que “Zohra está bajo grandes niveles de ansiedad”. “Es una persona vulnerable que tiene todo acreditado y que está buscando alternativa habitacional, solo necesita tiempo”, han concluido mientras los bomberos llegaban a la calle.
Además, varios de ellos han sido amenazados por la Policía Nacional para que entreguen sus documentos de identidad y ser denunciados por incumplimiento de la Ley Mordaza.
Varias decenas de vecinos se han concentrado en los alrededores de la vivienda para mostrar el rechazo a la acción policial a la espera de la llegada de la Comisión Judicial que deberá dictaminar el desenlace de Zohra y su hijo de ocho años que se encuentra en el hogar de una vecina del mismo bloque. Los bomberos están tratando de buscar una forma para evitar la caída del activista.
Este intento se produce una semana después de que el movimiento vecinal lograse retrasar el desahucio de Zohra y su familia. Las condiciones de la vivienda se encuentran en una situación “deplorable” en el que incluso “paredes y el propio techo han tenido desprendimientos”. El abogado de la inquilina, Carlos Castillo, aseguraba entonces que estaban intentando conseguir alternativa habitacional, pero que les resultaba imposible con tan poco margen y mantenían sus esperanzas en lograr aplazarlo hasta septiembre.
