Las raíces palestinas de
Belal Muhammad hacen presencia en cada aparición pública que el peleador realiza
bajo el sello de
UFC. El linaje procedente de la región que han dotado sus padres ha hecho mella desde muy temprano en las
aspiraciones caritativas del peleador y, con la situación convulsa que vive el hogar de procedencia de sus progenitores, el aspirante al título ha querido
estar involucrado en todo momento con la causa a través de diferentes
asociaciones y ONG sin ánimo de lucro. Su último gran gesto fue acoger al pequeño
Jood Ahmad Damo, un niño de dos años que sufrió un bombardeo en Gaza el pasado mes de diciembre.
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