El COTIF ha sido, es y será la gran ilusión de los futbolistas canteranos de la Comunitat Valenciana. Cuando un niño empieza a jugar a fútbol tiene un sueño, que llegue el mes de agosto (o julio) y que su club haya inscrito a su equipo para disputar la Champions del fútbol base en l’Alcúdia. Aquí viven una ceremonia inaugural y un torneo con fase de grupos y eliminatorias como en la competición europea que concluye con una entrega de premios en la ceremonia de clausura.
Pero dicha ilusión también se ha extrapolado en los últimos años a la categoría juvenil a imagen de los primeros años del COTIF. Allá por 1984 entre los Valencia, Real Madrid y los equipos extranjeros del Povoa Varzim portugués, el Bolonia italiano, el Maguncia alemán y una selección de París jugaron el referente del fútbol ribereño, el Algemesí CF, que estaba en Liga Nacional y el club local, el CD l’Alcúdia. En la segunda edición fue la UD Alzira la que se unió a l’Alcúdia para jugar de nuevo contra el Valencia, en esta ocasión FC Barcelona y nombres extranjeros más conocidos que el primer año: Oporto, Niza, Kaiserlautern y Mainz 05. En ambos casos los resultados fueron buenos ya que quedaron entre el tercer y quinto puesto.
En los años 90 el COTIF cambió la vida de un futbolista ribereño. En 1992 el CE l’Alcúdia formó un gran equipo que acabó ascendiendo de 1ª Regional a Liga Nacional. En él estaba Abel Buades, con 15 años, quien recuerda la experiencia de “muy satisfactoria e ilusionante. Nos sentimos jugadores profesionales durante unos días al competir contra equipos de gran potencial”. De hecho, los rojiblancos quedaron quintos por detrás del FC Barcelona, Valencia, Rusia y Dnieper ucraniano y por delante del Real Zaragoza, Marruecos y la selección de una universidad japonesa. “Particularmente me abrió la puerta per poder ser jugador profesional”. El de Benimodo aún jugaría un año más con el club alcudiano en Liga Nacional para dar el salto al juvenil del Albacete y dos años después debutar en 2ª B en el Gandia con 19 años.
A partir de 2000, el CE l’Alcúdia fue reemplazado por la EMFU que disputó dos ediciones. El crecimiento exponencial del nivel del torneo hizo desaparecer al club local a partir de 2005.
El COTIF post Covid volvió a dar una oportunidad a equipos de menos repercusión mediática. En 2021, junto a la presencia internacional de la selección de Uruguay y el Rukh de Ucrania jugaron los equipos valencianos de División de Honor. Además de las grandes canteras, Valencia, Levante, Villarreal, Elx y Castelló la Ribera volvió a tener presencia con la UD Alzira que militaba por tercera temporada consecutiva en División de Honor para sustituir a una de las selecciones que por motivos sanitarios no pudo participar.
“Para nosotros fue una gran experiencia competitiva”, recuerda el técnico que fue elegido el mejor del torneo, José Luis Vidal. “Crecimos mucho en la primera ronda en un grupo más que exigente”. El conjunto azulgrana empezó empatando al Villarreal, siempre aspirante al título del grupo 7 de División de Honor. También igualó a dos al Levante y el gran golpe de efecto lo dio en el último partido de la primera fase al imponerse 1-0 a Uruguay con el gol de Fita en el tramo final del partido.
La semifinal fue otro de los momentos mágicos en el que los azulgranas se enfrentaban al Rukh ucraniano, que había ganado los tres encuentros de la primera fase. Talens adelantó a los ribereños. Shostak igualó a un minuto para el final y en el tiempo añadido Miguel Moreno desató la locura con el gol de chilena que daba el pase a la final. En el partido decisivo por el título la UD Alzira acabó teniendo que conformarse con el subcampeonato, “que ahora nos ha de llenar de orgullo pese a la decepción del momento”, añade Vidal. “Durante esos días nos sentíamos como profesionales jugando día sí día no, donde la extensión de la plantilla era fundamental y pudimos gestionar los minutos para que todos jugaran sin que bajara el nivel. Preparábamos los partidos entrenando por la mañana. El paso por el COTIF fue espectacular”, recordaba el entrenador setabense.
“Pero sobre todo, después de una pretemporada negativa, el COTIF nos catapultó a hacer una de las mejores temporadas del equipo alzirista en División de Honor”. De hecho, tras la primera vuelta el equipo se clasificó por primera y única vez en su historia para la Copa del Rey y acabó la temporada en la octava posición a seis puntos del quinto y curiosamente por golaveraje superó al conjunto ilicitano. “Estamos muy contentos que el nombre de la UD Alzira haya quedado grabado en la historia del gran torneo juvenil y de base, referencia de cada verano”, concluyó José Luis Vidal.
David Chordà, l’Alcúdia
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