En Estados Unidos coinciden en que Kamala Harris necesita hacerse con un hombre blanco como mejor opción vicepresidencial para cerrar la ventaja que hoy lleva el republicano Donald Trump en la carrera electoral. Trump ha elegido al joven senador de Ohio, JD Vance, de 39 años, como su ticket electoral.
La juventud de Vance da continuidad al movimiento MAGA. Vance es también senador de uno de los estados bisagra, esos que fluctúan entre republicano y demócrata dependiendo de las elecciones, y que tienen la llave de la Casa Blanca.
El resultado de Ohio normalmente suele coincidir con el general. Por esa razón las miradas ahora están puestas en quién será el vicepresidente de Harris en el caso de que se haga con la nominación. En principio se barajaron casi ocho nombres que hoy se reducen a tres, según donantes importantes que han hablado con medios estadounidenses.
Shapiro tiene 51 años y hoy lidera un estado crucial para ganar las elecciones. Pero además lo hace con una alta popularidad, lo que garantizaría que Pensilvania se pinte de azul en noviembre. Entre 2017 y 2023 fue fiscal general de ese estado, por lo que tiene química con Harris.
Es judío, lo que podría ser crucial en un momento de alta tensión por la guerra entre Israel y Hamás, aunque algunos ven eso mismo como una debilidad frente a las críticas que han sufrido los demócratas por las muertes de civiles en Gaza.
Si se une a una boleta demócrata, Shapiro se convertiría en el segundo nominado a la vicepresidencia de ascendencia judía. Sin embargo, hay quienes creen que con dos años que le faltan de gobernatura, éste podría ser más útil allí que en la vicepresidencia.
El legislador Kelly es definido como un «rockstar». Se trata de un ex astronauta de la NASA y veterano de la Marina estadounidense que obtuvo la victoria en Arizona en 2020… sí, en aquella elección que Biden ganó solo por 11.000 votos frente a Donald Trump.
Arizona es considerado un estado «púrpura», en el cual si se juegan bien las cartas los demócratas podrían obtener la victoria. Su figura le aporta a Harris un plus con mujeres blancas de los suburbios y con jóvenes votantes latinos.
Kelly es además esposo de la ex representante Gabby Giffords, quien recibió un disparo en 2011 después de un tiroteo masivo en un mitin de campaña. Su improbable supervivencia la convirtió en una inspiración nacional, pero acabó con una prometedora carrera política propia. Ella y Kelly fundaron un grupo de defensa del control de armas, una de las banderas de la actual Administración demócrata.
Este político de 67 años ha ganado seis elecciones generales a nivel estatal durante dos décadas en un estado donde los republicanos rutinariamente prevalecen en elecciones federales similares y también controlan la legislatura.
De hecho, en Carolina del Norte Biden perdió por 1% en 2020, así que viene bien el apoyo. Y como cereza del pastel, Kamala Harris lo considera su amigo, pues lo conoce desde hace 20 años cuando trabajaron juntos.
Es, entre todos, el que los analistas definen como capaz de atraer un mayor número de votantes conservadores a las urnas el 5 de noviembre.