Las vacaciones son el momento que hemos estado esperando
durante todo el año. Es el tiempo perfecto para relajarse, desconectar del
estrés diario y disfrutar de actividades al aire libre con nuestra familia.
También es el momento de refrescarnos en la piscina o en la playa. Además, es
la época perfecta para refrescarse ya sea en la piscina o en la playa,
disfrutando del sol y del agua. Es una de esas cosas que podemos disfrutar
todos en casa por igual, con independencia de nuestra edad.
Ahora bien, los adultos de la casa siempre se verán
superados por la inagotable energía de los más pequeños. Los niños son capaces
de pasarse horas y horas corriendo de un lado a otro, nadando sin parar,
gritando de emoción y jugando con una vitalidad envidiable, y aun así, seguirán
queriendo más diversión. Mientras tanto, nosotros, los adultos, habremos
agotado toda nuestra energía con el primer chapuzón, y ahora lo único que
deseamos es relajarnos tranquilamente en la orilla, disfrutando de un momento
de paz y descanso.
En esta situación, siempre debemos estar atentos y mantener
a los niños bajo constante supervisión, especialmente en lugares como piscinas
y playas donde los riesgos de accidentes aumentan. Es crucial no perderlos de
vista en ningún momento y asegurarnos de que estén jugando de manera segura.
Pero, además de establecer ciertas normas y límites a nuestros hijos, también
hay una precaución que podemos tomar de antemano que podría llegar a salvarles
la vida: elegir el color adecuado de bañador.
En el año 2020, Alive Solutions, una organización especializada en la prevención de ahogamientos en el agua, llevó a cabo una investigación para comprobar cuáles eran los colores de bañador más visibles desde la superficie. La idea es que si el color del bañador es muy llamativo desde la distancia, será más fácil mantener al niño controlado, y seremos capaces de localizarlo rápidamente durante una emergencia.
"Realizamos investigaciones sobre ahogamientos y sabemos que la visibilidad es importante para detectar los ahogamientos a tiempo", explicó Natalie Livingston, cofundadora de Alive Solutions. "Como socorristas y profesionales de actividades acuáticas, sabemos que hay ciertos factores que hacen que alguien sea más fácil o más difícil de ver bajo el agua".
"Con esta información como contexto, empezamos a mirar bañadores para nuestros hijos y nos dimos cuenta de que muchos padres les compran a sus hijos unos bañadores muy bonitos y modernos, pero que harían que sus hijos desaparecieran enseguida bajo el agua", explicó.
Para realizar el estudio, los investigadores discriminaron entre las diferentes situaciones de agua que pueden darse. Así, se evaluó la intensidad de los colores en piscinas, lagos y playas. También se evaluaron 14 tonalidades de bañadores, desde los colores más brillantes y saturados, hasta los más oscuros y apagados. También se hizo la distinción de la visibilidad según si el bañador estaba en la superficie o si estaba sumergido.
Después de evaluar los diferentes colores, el equipo de Alive Solutions llegó a la conclusión de que los bañadores menos visibles en todos los contextos y, por lo tanto, los menos seguros fueron los de color blanco, los de color grisáceos y los de azul claro. En las pruebas en el lago, el color blanco sí que resultó bastante visible, pero se confundía fácilmente con el reflejo de la luz en la superficie del agua, por lo que tampoco se recomienda.
Los investigadores también desaconsejaron comprar bañadores
de colores oscuros como el púrpura y el negro. Porque, si bien es cierto se
veían bien, pueden confundirse con suciedad, hojas o una sombra. En cuanto a
los bañadores más seguros y recomendados por el equipo de Alive Solutions, los
investigadores destacan, sobre todo, los colores neón. Estas tonalidades
“chillonas” fueron las que mejor contraste ofrecieron en todos los contextos
acuáticos, tanto en piscinas como en lagos.
Sin embargo, en el caso de las piscinas de fondo claro, el
rosa y el naranja neón fueron los que más destacaron. Mientras que, en lagos y
piscinas de fondo oscuro, el naranja neón, el verde neón y el amarillo neón
fueron los más visibles; mientras que el rosa neón no dio tan buenos resultados
en el lago.
En conclusión, de acuerdo con los investigadores de Alive
Solutiones, si queremos elegir una opción segura, la opción más versátil será
el naranja neón. Esta elección puede marcar una gran diferencia en la
prevención de accidentes.
Desde la organización también recuerdan que elegir el color adecuado es importante, pero no es lo más importante. Avisan de que la visibilidad en los lagos se redujo a cero a solo 60 centímetros de profundidad en todos los colores probados, incluso los colores neón. Por eso, recuerdan que es de vital importancia de usar chalecos salvavidas en aguas abiertas, como en el mar o en los lagos.
Mario Vittone, antiguo guardacostas experto en ahogamientos,
también avisa que "un niño con un bañador azul claro que ha recibido clases de
natación y está nadando en una piscina bien vigilada está más seguro que un
niño con un bañador amarillo neón que no ha recibido clases de natación en una
piscina vigilada por un socorrista que nunca hace descansos".
En resumen, aunque un bañador de color neón puede ayudar a
localizar a un niño más fácilmente en el agua, para garantizar su seguridad es
fundamental enseñar a los niños a nadar y asegurarse de que siempre estén bajo
la supervisión de un adulto responsable.
