Además de su efectividad para mantenerlo saludable y liso, esta técnica se destaca por su facilidad de aplicación en casa.
En el afán constante por lograr un cabello liso y saludable, muchos enfrentan el dilema entre el uso frecuente de planchas y productos con calor, al saber que estos pueden dañarlo severamente, causando resequedad y quiebres.
Sin embargo, existe una técnica antigua que resurgió como una solución efectiva y natural: la técnica de la toga.
En la década de los años setenta, cuando la moda y el estilo capilar estaban en pleno auge, el método preferido para lograr un cabello liso y pulido era conocido como la técnica de la toga.
Este innovador enfoque consistía en usar un rodillo o un tubo considerablemente grande colocado en el centro de la cabeza. Luego, el cabello restante se enrollaba meticulosamente alrededor de este rodillo, asegurándolo con pinzas para mantenerlo fijo y en su lugar.
Durante aproximadamente una hora, el cabello se dejaba en esta posición, primero inclinado hacia un lado y luego hacia el otro, permitiendo que la estructura del rodillo definiera la forma deseada del cabello.
Además de su efectividad para mantenerlo saludable y liso, esta técnica se destaca por su facilidad de aplicación en casa, siguiendo pasos sencillos que no comprometen la salud capilar.