La subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, entregó detalles sobre el proyecto de Ley Integral de Salud Mental. Una iniciativa que fue presentada por el Gobierno durante la semana pasada y que, como su nombre lo dice, busca promover y proteger la salud mental de las personas durante el desarrollo de su vida.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la autoridad indicó que esta legislación busca darle relevancia a los problemas de salud mental. Por lo tanto, sigue recomendaciones internacionales, por ejemplo, de la Organización Panamericana de Salud (OPS) y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
“Ambos reconocen que los países tienen que actualizar sus legislaciones en dos líneas. Uno, que sean leyes integrales, esto es integrando la salud mental en todas las políticas públicas: en la escuela, el trabajo, los lugares donde las personas hacemos la vida cotidiano. Y lo otro, que también avancen en resguardar la igualdad, la vida independiente de personas y la inclusión social de personas con salud mental que son severos y permanentes”, explicó.
En relación a los objetivos propuestos sostuvo que: “No son desafíos menores porque la integralidad mandata al Gobierno a trabajar de manera intersectorial y eso no es sencillo en la confección del proyecto de ley. Por un lado, hicimos un gran trabajo de diálogos ciudadanos para poder recoger cuáles eran las expectativas, participaron más de 2 mil 700 personas en todo Chile. Y en esos diálogos una de las cosas que se reiteró mucho fue justamente esta idea de la integralidad, de cómo el sector salud tiene el desafío y el deber de poder lograr proteger la salud de las personas fuera de nuestros consultorios”.
“Por eso, es que también la ley de salud mental la trabajamos con otros ministerios, fue un trabajo intersectorial en el diseño del contenido. Trabajamos con el Ministerio del Interior, de Desarrollo Social, de Educación, de Mujer y Equidad de Género, de Justicia, de Vivienda y Urbanismo, y también se va a incorporar el Ministerio del Deporte. La manera en que se incorporan estos ministerios de la ley esta al menos de dos formas distintas: hay algunos sectores que en la ley ya reciben algunas responsabilidades explícitas, pero además la ley crea un comité interministerial, que va a tener como responsabilidad el diseñar una política nacional de salud mental para el país, considerando las responsabilidades de cada cartera”, sostuvo.
Respecto a elementos nuevos, la subsecretaria de Salud Pública señaló que “se fortalece el rol de la Superintendencia de Salud, que puede tener un rol fiscalizador y entrar a fiscalizar de oficio para asegurarse el resguardo de los derechos humanos de las personas que estén, por ejemplo, con hospitalización psiquiátrica, eso no existía antes y por ende va a requerir de recursos adicionales. También se incorpora la asistencia judicial priorizada para las personas con problemas de salud mental y eso también requiere recursos frescos para poder levantar esas carteras y esas prestaciones que no existían antes, otra cosa es como uno avanza en cubrir las brechas que existen de aquellos sistemas de salud mental que ya están presentes en nuestro sistema integrado de los servicios de salud”.
“En lo que va de Gobierno hemos aumentado la cantidad de becas de psiquiatría tanto en adulto como infanto-adolescente, y cuando lo proyectamos para el año 2025 esperamos poder utilizar toda la plaza disponible de cupos ofreciendo un aumento de 58 becas, comparado con el año 2021, también hemos aumentado la cantidad de camas. Hay un aumento de 71 camas, 37 nuevas en población adulta, 34 en infanto-adolescentes y para el año 2026 esperamos llegar a un aumento de 359 camas”, aseveró.
Respecto a los diagnósticos sobre la salud mental en Chile, Albagli indicó que “los más comunes son los trastornos del ánimo, tenemos una alta prevalencia de personas que viven con depresión, con trastornos ansiosos, también tenemos una alta prevalencia de consumo de alcohol, y algo que también hace esta ley, es reconocer que los trastornos por consumo de sustancias son problemas de salud mental y que tienen que ser acogidos también en nuestra red de salud”.
“En la medida que envejece la población también va aumentando la prevalencia de personas que viven con algún grado de demencia y eso significa un desafío creciente para los sistemas de salud y también los sistemas sociosanitarios para poder entregarle el apoyo que las personas requieren para mantener su vida independiente en estos contextos”, añadió.
Consultado por las críticas hacia el proyecto, la autoridad relevó que “la salud mental es igual de importante que la salud física, no es menos importante en términos del bienestar de las personas”.
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