El exlíder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, ha anunciado este lunes que se ha dado de baja del partido por la gestión de la polémica de los carteles difamatorios contra él y su hermano, una campaña que salió de las propias filas de su formación.
“No puedo permanecer callado ante todo esto y aún menos puedo aceptar que se confunda silencio con complicidad o conformidad”, ha declarado en una rueda de prensa en la sede de ERC. “Con estas conclusiones y mezcla de sentimientos he tomado la decisión de darme de baja del partido”.
Maragall (81 años) ha tardado 17 días en pronunciarse sobre el escándalo que ha sacudido al partido, después de que el pasado 5 de julio el diario Ara revelara que los carteles difamatorios contra él y su hermano Pasqual se habían cocinado en el seno de la formación republicana.
“Se trata de una iniciativa lamentable”, ha señalado Maragall, que ha mostrado su “decepción” y “distancia crítica” en una declaración en la que también ha criticado, de manera velada, la gestión que ha hecho el partido del caso.
El expresidente del grupo municipal de ERC en la capital catalana publicó un comunicado cuando se conocieron los hechos, pero se había mantenido en un discreto segundo plano mientras dos facciones del partido se señalaban mutuamente como los responsables de un escándalo que ha aflorado la presunta existencia de una estructura paralela dentro del partido para llevar a cabo acciones comunicativas.
“He querido esperar a que se atribuyeran las responsabilidades individuales u orgánicas”, ha continuado Maragall, que ha reprochado que el caso se haya “utilizado” con “objetivos políticos” que no tienen nada que ver con su caso. “Se han mezclado cosas”, ha insistido. “Se ha querido utilizar [el caso] para servir a otros objetivos”.
El 9 de marzo de 2023, pocas semanas antes de las elecciones municipales, tres encapuchados colgaron en distintas sedes de ERC unos carteles en las que se burlaban del alzhéimer que sufre Pasqual Maragall. En una imagen en la que también aparecía Ernest se podía leer “Fora l’alzheimer de Barcelona”.
En la rueda de prensa de este lunes, Maragall ha vuelto a calificar la campaña de “lamentable”. En su opinión, el caso da “medida” de una “mezcla” de “ignorancia, inconsciencia y frivolidad política”. “¿Cómo podemos admitir este grado de insensibilidad?”, se ha preguntado Maragall, que ha también ha reprochado que “quedan aspectos por aclarar” sobre su caso.
El paso adelante de Maragall coincide con el que ha dado este lunes Tolo Moya, antiguo director de comunicación del partido al que se ha señalado como responsable de orquestar la campaña de “falsa bandera” contra el líder municipal. ERC lo ha denunciado por haber difundido, presuntamente, unas grabaciones de reuniones dentro del partido que apuntaban al gerente y al exvicesecretario de comunicación, Sergi Sabrià, como responsables de la campaña.
Moya, en una entrevista en el diario Menorca, ha asegurado que tanto Maragall como la secretaria general del partido, Marta Rovira, han mentido y lo han usado como una “cabeza de turco” para proteger a cargos más relevantes del partido por el fiasco —y la discutible ética— de la operación. También ha amenazado con tomar acciones legales contra ERC.
Tras una investigación interna que se llevó a cabo cuando se hizo público el escándalo, ERC acabó abriendo expedientes a un militante y a tres cargos o excargos de la formación: el entonces jefe de Comunicación, Tolo Moya; el exvicesecretario del mismo ámbito, Marc Colomer, y el exjefe de Estrategia, Sergi Sabrià.
