El día 21 de julio podría pasar perfectamente a la historia de la música por las sorpresas que se produjeron en distintos puntos de España y que a muchos les ha regalado una de las mejores noches de su vida. Para el segundo concierto de Karol G en el Santiago Bernabéu, la artista colombiana guardaba un as bajo la manga: «Hoy tengo ahí a una personita que lleva dos años sin subirse a un escenario y está nerviosa», comenzaba a presentar a su invitada ante la expectación de los asistentes que ya comenzaban a grabar el escenario con sus móviles sin producirse aún la aparición estelar. Nadie se esperaba que entrase Amaia Montero , la exvocalista de 'La Oreja de Van Gogh', a cantar con Karol G el tema 'Rosas' y el estadio se llenó de aplausos. Barcelona también tenía muchos fans de la música a los que sorprender el mismo día. En plena celebración del Orgullo LGTBI, la Ciudad Condal se llenó de artistas internacionales de la talla de Jessie J o Tokischa , pero fue una cantante en concreto la que acaparó todo el protagonismo de la noche barcelonesa. Hace una semana, Katy Perry lanzaba la primera canción de su nueva era musical y, en el inicio de su gira de promoción del disco que verá la luz en septiembre, ayer encontró la oportunidad perfecta para celebrarlo en una discoteca de Barcelona. Con el nuevo álbum, la cantante pretende llegar a lo más alto de las listas de éxitos; así que, lejos de querer ocultar su presencia en la fiesta, la cantante lo dio todo y se convirtió en viral. Sonaba 'Rain On Me' de fondo cuando, por la puerta de una famosa discoteca ubicada en el Poble Espanyol de Montjuïc, en la que se celebraba una fiesta de ambiente, apareció Katy Perry rodeada de varios miembros de seguridad y se dirigió a la zona VIP del local. Enseguida la artista lo abandonó para reunirse y disfrutar de la velada en la pista con sus fans, que no dudaron en inmortalizar todos los momentos que dejó para el recuerdo y publicarlos en redes sociales. La esposa de Orlando Bloom no solo animó a los presentes bailando la 'Macarena' de Los del Río , sino que también se convirtió en la camarera más aclamada llevando una gran bandeja de chupitos de varios sabores, que ella misma regaló uno a uno. La noche acababa de empezar para una Katy Perry que se entregó por completo a los asistentes. La intérprete de 'Firework' disparó con pistolas de agua, jugó con un globo enorme, bailó y cantó canciones de otras compañeras de profesión hasta altas horas de la madrugada. Los afortunados de compartir con ella ese tiempo pudieron hacerse fotografías, a las que se prestó amablemente, y escuchar en primicia su nueva canción, con la que saltó como ninguno. Después de esa noche, lejos queda ya la polémica en la que se vio envuelta Katy Perry con el lanzamiento de su último 'single', cuyos resultados no han sido los esperados. Con 'Woman's world', la artista pretendía dar un mensaje feminista y de empoderamiento pero le llovieron las críticas que tildaron a la canción de sátira del feminismo. «Solo queríamos pasarlo bien y ser un poco sarcásticas», contestó ella en su cuenta de 'Instagram'. Ayer volvió a pasarlo en grande y a recibir el cariño del público que necesitaba.