Uno de los eternos debates en redes sociales y en las conversaciones distendidas suele ser si se prefiere el calor o el frío. Sea como sea, en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, no queda otra que aguantar el calor que caracteriza a esta época del año. Aunque este 2024 la primera ola de calor se ha hecho esperar, pues está llegando en esta tercera semana de julio a casi todo el país, lo cierto es que muchos territorios sí que experimentan muy altas temperaturas con bastante frecuencia. Frente a ello existen diferentes métodos para intentar refrescarnos , como darnos un baño, tomar bebidas frías, no salir a la calle en las horas centrales del día, buscar la sombra o utilizar aires acondicionados y ventiladores, entre otras cosas. Estas dos últimas soluciones suelen dar se más en los hogares, ya que enfriar una casa cuando hace mucho calor fuera puede ser una tarea difícil. Además de abrir las ventanas solo en los momentos frescos del día, que suelen coincidir con cuando estamos durmiendo, también conviene bajar las persianas cuando da el sol y elegir los pisos de abajo antes que los de arriba, ya que el calor tiende a subir. Sin embargo, existen soluciones sencillas en las que quizá no habíamos pensado pero que pueden ser muy eficaces para combatir las altas temperaturas y las olas de calor. Esta información es la que ha compartido el popular meteorólogo Mario Picazo a través de un artículo en eltiempo.es que ha compartido en sus redes sociales. Como se puede leer, la solución sería pintar los techos de las casas de color blanco. Así como muchas viviendas cuentan con una fachada de este color como búsqueda de que el sol caliente menos la infraestructura, ¿por qué no hacerlo también con el tejado? Así, Picazo plantea que la opción de pintar de blanco los techos de los edificios es una «sencilla técnica» sobre la que un estudio destaca un efecto de enfriamiento más eficaz que otras soluciones. Concretamente han sido expertor de la University College of London quienes han llevado a cabo una investigación para probarlo, cuyos resultados se publicaron en la revista Geophysical Research Letters. «Un análisis de los llamados «techos frescos» revela que cuando se aplican revestimientos blancos o reflectantes se consigue reducir la temperatura exterior de la ciudad hasta 2ºC. Es una reducción considerable de la llamada isla de calor urbano que tanto amplifica el calor del centro de la ciudad». Esto además, funcionaría mejors que la vegetación plantada en los entornos urbanos o la instalación de paneles solares, que pueden «absorber radiación para generar energía limpia, pero que no necesariamente reducen el calor urbano como los techos blancos. El efecto de enfriamiento es mucho menor en los dos casos, y solo es de alrededor de 0.3ºC de promedio para todo Londres». Así, queda demostrado que el blanco es u gran reflectante de radiación solar, que alivia tanto el calor de las casas como el calor urbano , que se ve empeorado por el uso de equipos como los aires acondicionados que refrescan los interiores pero expulsan más calor al aire libre. Además, el estudio sostiene que las 'ciudades blancas' junto con las 'ciudades verdes' (en las que se recurre a las plantas y árboles para restar calor' serían la combinación perfecta para que una ciudad o pueblo sea más habitable y gestione mejor el calor.