Si hay algo que caracteriza a los demócratas es que, cuando ven en peligro la Casa Blanca, reaccionan de forma implacable y con una proverbial sangre fría. No siempre estas operaciones les salen bien, pero en ocasiones gracias a eso han conseguido retener el poder o conquistarlo contra pronóstico. Las elecciones de este año las encaraban hace sólo unos meses con optimismo. Biden no se encontraba en su mejor momento, pero frente a ellos Trump acumulaba los enredos legales y se empeñaba en ponerse a sí mismo obstáculos sobre la marcha. No sería pan comido reeditar la victoria de 2020, p ...