Los constantes atascos que se producen en la A-70, la autovía que hace las veces de circunvalación de Alicante, hacen que los conductores lleguen a circular a la mitad de la velocidad permitida. Una circulación a medio gas que, lejos de suponer menos emisiones a la atmósfera, acrecentan la contaminación al producirse grandes concentraciones de vehículos. Ese es uno de los datos que arroja el estudio detallado del tráfico en 2022, realizado por el Ministerio de Transportes, y una de las principales conclusiones que se pueden extraer, más allá de la más visible y obvia: la A-70 es una vía saturada.