Las islas
Canarias viven una auténtica
crisis humanitaria a diario con la llegada de decenas de personas en situación de extrema vulnerabilidad que tratan de mejorar sus vidas. Algunas de estas personas
inmigrantes son
menores no acompañados, los llamados ‘MENAS’ (por sus siglas), y a pesar de su situación, hay formaciones políticas que continúan criminalizándoles.
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