La edición número 111 de la carrera ciclista más famosa del mundo termina este domingo y no es París sino Niza , localizada en la costa azul francesa, la encargada de albergar la etapa vigesimoprimera y última del Tour de Francia y, por ende, coronar al ganador de este año. Este hecho es histórico debido a que es la primera vez que no se terminará con el Arco del Triunfo de fondo, sino que será el Mar Mediterráneo quien acoja a los ciclistas. Además, es la primera vez desde 1989 que se acabará con una etapa en forma de contrarreloj individual que permitirá emoción hasta el último segundo. Y es que este formato no les trae un buen recuerdo a los franceses debido a que el estadounidense Greg Lemond arrebató el 'maillot' amarillo a el francés Laurent Fignon por tan solo 8 segundos, la diferencia más pequeña de la historia de la carrera, en un recorrido que transitó las calles más famosas de París. El perfil de la etapa es un recorrido entre Mónaco y la plaza Masséna de Niza de 34 kilómetros con un desnivel positivo de 650 metros, lo que significará la prueba definitiva y despejará cualquier duda del futuro vencedor. La ministra de Deportes francesa tuvo que salir a explicar que todo el despliegue de seguridad que conlleva una realización segura de los J.J.O.O, entre 7.000 y 11.000 policías se movilizarán cada día, a los que hay que sumar unos 20.000 vigilantes privados de media, que serán 22.000 en los eventos más importantes, no iba a permitir tener suficiente protección para el final de la ronda gala.
