El fichaje de Kevin Serna por Fluminense ha retumbado en el medio peruano. Después de mucho tiempo, nuestra liga vende a un jugador por una fuerte suma de dinero. Eso sí, el extremo colombiano se ganó con creces este traspaso, ya que ha venido trabajando silenciosamente desde que pisó por primera vez tierras peruanas.
Su nivel en Alianza Lima, tanto en el Apertura como en la Copa Libertadores, lo llevó a ser visto por uno de los equipos más grandes del continente y así dar un gran salto en su carrera. ¿Pueden haber más casos como el suyo? Probablemente sí, pero no cuentan con las luces necesarias. Este es el caso, por ejemplo, de Carlos López, delantero de Los Chankas.
Carlos López es oriundo de Pereira, Colombia. Tiene 29 años y sus primeros pasos en el fútbol los dio en las categorías inferiores del Deportivo Pereira. Tiempo después, concretamente en el 2017, tuvo su primer contacto con el Perú cuando fichó por Unión Huaral de la Liga 2.
Luego de cerrar una buena campaña con el elenco huaralino, llamó la atención en su país, pero esta vez lo terminó fichando Millonarios. Sin embargo, con los 'Embajadores', no pudo anotar ningún gol en 17 compromisos. Por ello, para la temporada 2020, decidió regresar al fútbol peruano, donde encontró su lugar en el mundo.
Una vez más, Unión Huaral fue casa, pero luego se unió a las filas del Alianza Universidad de Huánuco. Posteriormente, reforzó a Los Chankas, conjunto con el cual ha venido demostrando actuaciones deslumbrantes. En este 2024, ya lleva 7 goles y 7 asistencias en 17 duelos. Es más, acaba de volver a anotar en la reciente victoria de los de Andahuaylas ante Comerciantes Unidos.
Carlos López está cerca de cumplir cinco años viviendo en el Perú. Si bien aún no se ha nacionalizado como tal, lo puede hacer por el hecho de que ya tiene varios años residiendo en tierras incaicas.
En este sentido, si inicia con este proceso, estaría apto para jugar en la selección peruana. Eso sí, el encargado de evaluar su remota convocatoria sería Jorge Fossati, quien ha culminado una paupérrima participación en la Copa América, y podría atreverse a llamar a nuestros rostros para que representen a la Blanquirroja.
