Dada la Dinámica Demográfica que se registra en lo transcurrido en los primeros meses del 2024 —contracción del número de nacimientos y continuidad del movimiento de personas hacia el exterior desde los últimos meses del 2023—, en la actualidad la población de Cuba es menor a diez millones de habitantes y debe seguir decreciendo.
Así lo informó este viernes Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), durante el 3er. Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su 10ma Legislatura, donde se profundizó en el comportamiento del proceso migratorio cubano actual y la compleja dinámica demográfica que enfrenta el país como parte del análisis de la discusión sobre la nueva ley migratoria.
Igualmente, explicó que el 31 de diciembre de 2023, Cuba tenía una «población con residencia efectiva» de 10 055 968 personas, un 10,1 por ciento menor a la que se tenía en igual fecha de 2020 y similar a la que la Mayor de las Antillas registró en algún momento del año 1985.
Agregó, también, que al 31 de diciembre del 2023 permanecían fuera del país 1 349 733 personas, y de ellas alrededor del 75 por ciento debía ser descontada de los cálculos, por no tener residencia efectiva en el país en el período 2021-2023.
Apuntó que población efectiva es un término adoptado por la ONEI, cuyo algoritmo de cálculo fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado diciembre. Indicó que en los tres últimos años se ha intensificado la movilidad de la población cubana hacia el exterior del país con estancias prolongadas fuera.
Ello, dijo, no queda reflejado en el cálculo de la población residente, de acuerdo a la metodología actual, al no ser definida como migrante una parte importante de ella según la legislación vigente si mantiene hasta dos años de permanencia en el exterior, de acuerdo al Decreto Ley aplicado desde el 2013, y la moratoria migratoria de noviembre de 2020 ante la pandemia de COVID-19.
Por esta razón, precisó, se trabajaron, presentaron y aprobaron criterios y algoritmos estadísticos que modifican las consideraciones metodológicas actuales asociadas a la variable migraciones, que se utiliza en el cálculo de la población anual, introduciendo el concepto de población con residencia efectiva, de forma abreviada, población efectiva.
Según la metodología de la ONEI aprobada por el Consejo de Ministros, se considera población efectiva «a toda la que, en un año calendario, nació en el país o en otro país, pero reside de forma permanente, acumuló 180 días o más de residencia en el mismo durante los últimos 365 días y no ha fallecido».
A partir de estos criterios, para el cálculo de la población efectiva se sustraen anualmente de él a todas las personas que fallecieron en el año calendario y las que permanecen o permanecieron fuera del país en viaje personal y no acumularon 180 días o más de residencia en el territorio nacional en los últimos 365 días.
Se trata, argumenta la ONEI, de la medición estadística de la migración, que no tiene que ver con los derechos asociados a dicha condición. El objetivo es obtener un saldo migratorio, para que de conjunto con los nacimientos (que suman) y las defunciones (que restan) calcular la población del país y sus territorios.
En el período, se informó, la totalidad de las provincias y municipios ven descender su población, un decrecimiento que ha dejado solo como provincias con un millón o más de habitantes a La Habana, que, no obstante, ahora tiene una población por debajo de los dos millones de personas; mientras que Holguín y Santiago de Cuba descienden del millón.
Los mayores decrecimientos proporcionalmente se registran en La Habana, Cienfuegos y Mayabeque y los menores, en Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba. En general las provincias y municipios que más decrecen son los de la región centro-occidental.
El panorama demográfico cubano está caracterizado, además, porque, a pesar de que el número de la población femenina es sutilmente superior a la masculina (50,6 por ciento y 49,4 por ciento, respectivamente), tenemos 304 717 menos mujeres en edad fértil (de 15 a 49 años de edad), de las cuales más del 70 por ciento están en edades más reproductivas (de 15 a 39 años de edad).
Esta tendencia, se explicó, incidirá en la continua contracción del número de nacimientos que se registran en los últimos años y que en 2024 debe estar por debajo de los 80 mil nacimientos, la cifra más baja desde 1959.
Al mismo tiempo, agregó Alfonso Fraga, el cálculo de la población efectiva ratifica el profundo cambio en la estructura demográfica del país, al tener casi un cuarto de su población (24,4 por ciento) con 60 años y más en el 2023, que llega a 26,2 por ciento en Villa Clara, 24,8 por ciento en La Habana y 24,2 por ciento en Sancti Spíritus, las provincias más envejecidas.
A la vez, explicó, se profundiza el número de adultos mayores por niños de 0-14 años, que alcanza 1 511; o sea, por cada mil niños de esas edades hay 1 511 adultos mayores de 60 años y más, valores que son inclusive mucho más altos en Villa Clara y La Habana.
Al resumir la presentación de la ONEI, el vicejefe de la oficina subrayó que «Cuba registra un significativo ajuste en su estructura demográfica que impacta en planes, programas, proyectos de los ámbitos demográficos, económicos, sociales y ambientales, los cuales deben ser revisados y ajustados en caso que proceda».
Apuntó que aunque de manera cuantitativa se ha logrado calcular la población efectiva por diferentes niveles territoriales, atributos y variables se necesita un censo para mayor información.
«Conocer la población del país y territorios, su nivel educacional, ocupación y categoría ocupacionales, estado conyugal, color de la piel, situación de discapacidad y otras características importantes, así como las viviendas donde residen, informaciones todas necesarias para un desarrollo sostenible, solo sería posible con un censo de población y viviendas».