En la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha se encuentran algunos de los parajes más increíbles del todo el interior de la Península Ibérica. Muchos de ellos están dentro del Parque Natural del Alto Tajo, uno de los entornos más espectaculares de España y en el que se pueden conocer desde preciosos pueblos llenos de encanto hasta enclaves en medio de una naturaleza extraordinaria.
En la provincia de Guadalajara se encuentra uno de estos paisajes naturales que dejan perplejos a cualquiera que pone un pie en ellos. Se trata del Salto de Poveda y la Laguna de Taravillas, situado a poca distancia del nacimiento del río Tajo y que es una opción idónea para poder soportar el sofocante calor sin tener que viajar a algún lugar de la costa de España.
Tras varios desvíos y aparcamientos, llegarás a la joya de la corona de este paraje: el Salto de Poveda, una impresionante cascada que nutre una caudalosa piscina natural en la que te puedes refrescar, y todo ello rodeado de un paisaje espectacular que no da la impresión de estar en plena provincia de Guadalajara. Eso sí, debes tener en cuenta que el agua está bastante fría, aunque merece la pena zambullirte en ella.
La sucesión de pozas y piscinas naturales que se forman en esta parte del Parque Natural del Alto Tajo es simplemente impresionante, pero todo cobra incluso más magnitud cuando cruzas el puente colgante que se erige sobre las turquesas aguas del río y que unen el Salto de Poveda con otro de los enclaves más espectaculares de este paraje, que no es otro que la Laguna de Taravilla.
Tras recorrer senderos entre imponentes pinos, por fin se llega a la impresionante Laguna de Taravilla, de unos once metros de profundidad y que, aunque se encuentra antes que el Salto de Poveda en el recorrido natural del Tajo, sigue siendo un enclave hidrográfico de una notable importancia y de igual belleza. Por ello, no dudes en acercarte a ella si visitas el parque natural.
Para llegar al Salto de Poveda y la Laguna de Taravilla desde Guadalajara, hay que recorrer la E-90 desde la ciudad castellanomanchega para luego tomar la N-211, y por último coger la salida de la CM-210 en Molina de Aragón. El trayecto es de unas dos horas, mientras que desde Teruel se tarda unos 20 minutos menos.
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