Durante un acto de campaña por las elecciones del 28 de julio en Venezuela, Nicolás Maduro acusó a Javier Milei, presidente argentino, de un plan para suspender los comicios en el país caribeño sin mostrar evidencias. El portavoz presidencial, Manuel Adorni, respondió fuerte y calificó al chavista de "dictador" e "imbécil".
Adorni aclaró que los dichos del presidente de Venezuela no merecen un análisis y arremetió: "Maduro es un personaje que se ha transformado, o siempre lo ha sido, en un dictador. Y las palabras de un dictador no ameritan un análisis porque vienen de una persona que tiene trastocados los valores éticos y morales y, por supuesto, está en contra de lo que nosotros defendemos y pregonamos, que es la democracia".
El portavoz Adorni señaló que al gobierno de Milei le importa la democracia en Venezuela y el resultado de las elecciones 2024, pero no "lo que pueda decir un dictador, lo que pueda un imbécil como Maduro". Asimismo, pidió respeto a los deseos del pueblo venezolano.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, advirtió que su victoria evitará una guerra civil y advirtió de un baño de sangre si es que no gana la reelección. “El destino de Venezuela en el siglo XXI depende de nuestra victoria el 28 de julio. Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, dijo el mandatario.
Asimismo, Maduro insinuó la posibilidad de una insurrección de las fuerzas armadas ante un eventual triunfo de la oposición: "Yo pregunto, sencillamente para analizar escenarios, ¿Qué pasaría en Venezuela si la oligarquía de los apellidos de Caracas llegara al poder político por un accidente? (…) ¿Qué pasaría con todo el poder social, cultural, político, espiritual, moral y militar que tiene la revolución? ¿Qué pasaría? ¿Podrían venir nuevos 27 de febrero? ¿Podrían venir nuevos 4 de febrero? ¿Podría venir un gran 13 de abril otra vez?".
Maduro hizo referencia al 27 de febrero de 1989, un histórico día conocido como “El Caracazo”, evento que marcó un estallido social en Venezuela. Hugo Chávez —quien gobernó entre 1999 y 2013— ya había utilizado el recuerdo de esta fecha como argumento durante su fallida insurrección del 4 de febrero de 1992. Ese intento de golpe militar, aunque no tuvo éxito, contribuyó a la creciente popularidad de Chávez, quien finalmente llegaría a la presidencia en 1999.
Además, Maduro también mencionó el 13 de abril de 2002. En esa fecha, Hugo Chávez regresó a sus funciones presidenciales después de haber sido brevemente destituido del poder debido a un golpe de Estado liderado por militares que se oponían a su gobierno.
En últimas declaraciones, Maduro apuntó contra Milei, aseguró que quieren una "hecatombe" para una suspensión de las elecciones: "Y saldrían los gringos, saldría el malparido de Milei, saldría (el presidente de Ecuador, Daniel) Noboa, la derecha. Estamos preparados, nervios de acero, calma y cordura, y llueva truene o relampaguee, el 28 de julio habrá elecciones presidenciales en Venezuela".