Alberto Tovar reflexiona sobre cómo alcanzar la integración de personas de diversas generaciones en una empresa.
“Las organizaciones necesitan estructuras flexibles y colaborativas para que la interacción entre generaciones fluya en armonía”, destaca Aurora Zea, mentora en productividad y autora de dos libros sobre los retos de las personas mayores. Tuve el placer de entrevistarla en el podcast Dinero y Felicidad, donde conversamos sobre cómo las empresas se benefician al unir la experiencia de los viejos con la energía de los jóvenes.
En su reciente libro, “Si Tuviera 60: Reflexiones Generacionales para Jóvenes y Jóvenes de Corazón”, Aurora comenta que actualmente participan cuatro generaciones muy distintas en los trabajos: los Baby Boomers, la Generación X, los Millennials y los Centennials. Cada una aporta características únicas y formas de ver el mundo que, si no se gestionan de manera adecuada, puede provocar fricciones.
Subraya que las empresas tienen la posibilidad de convertir esta diversidad en una ventaja competitiva si logran integrar la experiencia de los empleados mayores con la energía y la innovación de los jóvenes. “Las organizaciones que reconocen y valoran las aportaciones de todas las generaciones crean un entorno de trabajo más dinámico y productivo”, asegura Zea.
Un enfoque eficaz para alcanzar esta integración es el reverse mentoring, práctica en la que empleados jóvenes o de menor jerarquía asumen el rol de mentores para sus colegas mayores o de rango superior. Este intercambio de conocimientos y perspectivas enriquece a los individuos y fomenta un ambiente de respeto y aprendizaje continuo.
Además, la flexibilidad y la tolerancia son esenciales para una convivencia intergeneracional exitosa. En las compañías modernas, las estructuras jerárquicas rígidas deben dar paso a modelos colaborativos, donde el trabajo en equipo y la comunicación abierta sean la norma. “La flexibilidad organizacional y la capacidad de adaptarse a diferentes estilos de trabajo son clave para manejar la diversidad”, dice la autora.
Estas prácticas no sólo son valiosas en el ámbito laboral, sino que también se aplican en nuestra vida diaria. La convivencia entre generaciones en distintos contextos, como la familia y la comunidad, puede beneficiarse enormemente de estos principios. “Ser más empáticos y tolerantes nos permite aprender unos de otros y construir relaciones más fuertes y significativas”, concluye.
Si te interesa escuchar la entrevista completa, puedes hacerlo en el Podcast “Dinero y Felicidad” en las principales plataformas como Spotify y Apple Podcast, entre otras. ¿Qué tanto convives con otras generaciones diferentes a la tuya? Coméntame en redes sociales como LinkedIn, Instagram, o X
