Al cabo del primer semestre de 2024, la Canasta del Profesional Ejecutivo (CPE) que elabora la Universidad del CEMA (Ucema) subió 80,2%, prácticamente en línea con la inflación acumulada entre enero y junio (79,8%) que midió el Indec. Sin embargo, en términos interanuales, aumentó 263,6%, por debajo del 271,5% que se incrementó, en 12 meses, el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
De esta forma, de acuerdo con el relevamiento de la casa de estudios, un alto ejecutivo necesita casi $ 5,5 millones para llegar a fin de mes. Representa seis veces la canasta básica total (CBT) para un hogar de cuatro integrantes ($ 873.169 a junio, precisó el Indec).
Según informó la Ucema, el aumento semestral de su CPE equivale a una inflación ejecutiva mensual del 10,3%, en promedio. A pesar de eso, explicó, "cabe destacar que tuvo un comportamiento descendente durante el semestre y que, inicialmente, se vio afectada por la devaluación del tipo de cambio oficial en diciembre de 2023".
En consecuencia, el incremento de la CPE fue del 22,1% en enero, del 14% en febrero, del 7,9% en abril y del 4,5% en mayo. En junio, retomó curva ascendente: alcanzó el 5,4%. "Para el comienzo del segundo semestre, se espera que la inflación en la CPE continúe con una tendencia levemente descendente y variaciones mensuales en el índice que se mueven al ritmo de los ajustes de tarifas", proyecta la Ucema.
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Para la casa de estudios, el escenario podría ser, incluso, mejor. "Si el Gobierno continúa obteniendo resultados fiscales favorables como en la primera mitad del año, entonces, podríamos ver una inflacióin mensual para fin de año más cerca del 2% mensual que del 5%", pronostica.
En pesos corrientes, la CPE alcanzó un valor de $ 5.400.748. En dólares libres (CCL), a junio, cotizó en u$s 4136, un aumento del 40,3% contra la de junio de 2023.
"El proceso de corrección de precios relativos que comenzó con el nuevo gobierno tuvo un fuerte impacto sobre la CPE. El capítulo de vivienda y servicios básicos fue el que más aumento en el semestre, con una suba del 112,3%, impulsado por las subas en las tarifas de gas (450%), electricidad (293%) y agua (277%)", indica.
"El aumento de la oferta de viviendas en alquiler, producto de la derogación de la Ley de Alquileres, también se hizo notar pero en sentido contrario, ya que los precios de los alquileres subieron un 43%, lo cual implica una caída en el valor real de los mismos", añade.
A pesar de esto, hubo otros aumentos importantes para la vida diaria de los ejecutivos, además de las tarifas. "El rubro atención médica y gastos para la salud también registró una fuerte alza en el primer semestre, con un incremento del 102,3%, producto de la liberación de las cuotas de la medicina prepaga", reseña.
"El capítulo de transporte y comunicaciones también escaló 93,6%, empujado por los aumentos en los combustibles y en las tarifas del transporte público", apunta.
"Dentro de los capítulos que no tienen un componente de precios regulados, se destaca la suba en educación, cercana al 98% semestral, producto de los incrementos en las cuotas de los colegios privados", completa. Contrasta con los ítems que menos aumentaron en el primer semestre: equipamiento y mantenimiento del hogar, esparcimiento e indumentaria, con subas del 57% al 52%, según la Ucema.
