En una nueva homilía en referencia a la lectura del día, el Papa Francisco señaló este viernes cuál es el camino para alcanzar la salvación, es decir "el camino al cielo".
El mensaje del Sumo Pontífice se basó en el Evangelio: tomó una parábola de Jesús en la que dio "una invitación para sentarnos al lado de Él y sus discípulos".
El pasaje de la Biblia del libro de San Mateo de esta semana cita una frase de Jesús con referencia al descanso del sábado (el Shabat judío de esa época) donde se narra de la importancia de ofrecer este día a Dios, pero sin llevarlo a un extremo.
En este sentido, el referente católico puntualizó: "Vayan, pues, a aprender qué significa aquello de: misericordia quiero, que no sacrificio. El profeta los reprendía, porque las oraciones que elevaban eran palabras vacías e incoherentes".
El Papa llamó también a "dejar de vivir sin profundidad el mandamiento del Señor" y a que las acciones tengan que ver con "reconocer los pecados y a mirar son misericordia".
Por último, instó a ver en los demás a "un comensal nuestro" en clara referencia no solo a compartir un espacio de comida, sino en ser una "buena persona" con los demás en actos que trasciendan lo espiritual, aunque sin olvidarse la importancia de la fe para los católicos.
¿Encontraron el Arca de la Alianza? Una investigación científica habría demostrado su forma original
La fruta llena de proteínas que ayuda a fortalecer los huesos y aumenta la masa muscular
El excardenal Jorge Bergoglio remarcó que, "a pesar de la alianza de Dios y la misericordia, el pueblo vivía frecuentemente con una religiosidad ‘de fachada', sin vivir en profundidad". Por eso, su homilía se vuelve más trascendente, ya que critica la tradición antigua de Israel en línea con el mensaje de Jesús.
"La invitación de sentarnos al lado de Él junto a sus discípulos". De esta forma, el mensaje podría hacer alusión a la Última Cena, a la Comunión o a un banquete celestial donde se encuentren los católicos con Dios.
Mt 12, 1-8: "Un sábado, atravesaba Jesús por los sembrados. Los discípulos, que iban con él, tenían hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerse los granos. Cuando los fariseos los vieron, le dijeron a Jesús: "Tus discípulos están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado". Él les contestó: "¿No han leído ustedes lo que hizo David una vez que sintieron hambre él y sus compañeros? ¿No recuerdan cómo entraron en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, de los cuales ni él ni sus compañeros podían comer, sino tan sólo los sacerdotes? ¿Tampoco han leído en la ley que los sacerdotes violan el sábado porque ofician en el templo y no por eso cometen pecado? Pues yo digo que aquí hay alguien más grande que el templo. Si ustedes comprendieran el sentido de las palabras: Misericordia quiero y no sacrificios, no condenarían a quienes no tienen ninguna culpa. Por lo demás, el Hijo del hombre también es dueño del sábado''.
Audiencia general, 13 de abril de 2016