Un nuevo informe de una de las consultoras más escuchadas registró una "suba marginal" en los precios de alimentos y bebidas en los últimos días, lo que abre el interrogante sobre cuál será el número final de inflación de julio.
Según el relevamiento elaborado por LCG, la tercera semana del mes cerró con un aumento de 0,6% en alimentos y bebidas, un número que suma a la aceleración registrada en los primera quincena.
El séptimo mes del año llegó con remarcaciones y una escalada de precios que parece haber ido moderándose con el correr de los días. En la primera semana la inflación de alimentos y bebidas se aceleró al 1,8%, mientras que en la segunda ese número se redujo a 0,5%.
Con el nuevo dato, la suba promedio mensual se sostiene en 3,9% y se reduce a 3,5% en la medición punta a punta de las últimas 4 semanas.
Al revisar cómo se movieron los precios, se visualiza una amplia dispersión entre rubros. Pero alimentos como Verduras, Lácteos y Panificados traccionan la inflación semanal.
En el caso de Verduras, la variación semanal fue del 4,6%,mientras que en Productos lácteos y huevos fue del 1,8%.
En tanto, los Productos de panificación, cereales y pastas mostraron una variación del 0,5% y una incidencia semanal del 0,7%. En el caso de Aceites, la variación semanal fue del 3,2%, con una incidencia del 0,03%
En contrapartida, durante la tercera semana hubo caída de precios en rubros como Carnes (-0,1%), Bebidas e Infusiones (-0,1%), Frutas (-1,8%) y Condimentos (-2,0%).
La proporción de productos con aumentos se sostuvo en 23% durante la última semana, en tanto que la de productos con bajas de precios se moderó en el margen ( a 19% del total)
Según muestra el informe de LCG, hace cinco semanas que la inflación mensual de alimentos está estacionada en torno a 4% mensual. En ese período, productos con alta incidencia en la canasta de alimentos, como Lácteos, Panificados, Verduras y Carnes, presentaron subas por encima del promedio.
La desaceleración del índice de precios es una de las herramientas a las que más se aferran en el Gobierno de Javier Milei.
Tras el 25,5% del pasado diciembre, el IPC siempre mantuvo su tendencia a la baja hasta junio, cuándo trepó a 4,6%, número ayudado por el atraso en los aumentos de tarifas y de los impuestos al combustible que dispuso Luis Caputo.
Mientras las consultoras privadas y el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica mes a mes el Banco Central marcan el inicio de un sendero de inflación "estancada" entre un 5,5% y un 4% para los meses que restan del 2024, desde el Ejecutivo apuestan a reducir el IPC a números más cercanos al 2%.
De esa manera, la tasa de inflación alcanzaría una convergencia con el crawling peg que se mantiene sobre el dólar oficial desde la llegada al poder de Milei, para luego alcanzar un 0% en ambos indicadores y, una vez logrado esto, abrir el cepo cambiario.
