Detentar de un sueño breve impulsa la percepción hedónica del sabor dulce al tiempo que potencia la selección de los productos que logren satisfacer esta demanda.
Así lo reveló el estudio "The influence of sleep on human taste function and perception: A systematic review" publicado en junio de 2024 en el portal Journal of Sleep Research.
El análisis compartí los resultados de más de 90 artículos que abordaron con anterioridad la premisa. Allí se dio cuenta que, en sentido contrario, la sensibilidad al sabor salado y la evaluación hedónica parecen verse relativamente poco afectadas por las alteraciones del buen descanso.
"Los hallazgos de los estudios observacionales y de intervención observaron que las concentraciones elevadas de dulzor preferido están asociadas con o son el resultado de un sueño más corto", puntualizó el texto en su apartado descriptivo.
En esta línea, se consideró que las preferencias podrían conducir plausiblemente a un aumento de la ingesta de alimentos y bebidas que contengan azúcar, lo que contribuiría así a aumentar la absorción de energía en condiciones de reducción del sueño.
"En apoyo de esta idea, un estudio reciente mostró que una intervención de prolongación del sueño resultó en una disminución de la ingesta de azúcares libres por parte de los participantes", amplió el informe al hacer referencia a la investigación bajo la nomenclatura Al Khatib et al., de 2018.
Entre las razones explicativas, se advierte que una posible se configuraría en la mayor percepción hedónica positiva del cerebro de las señales alimentarias.
"Con el aumento del placer percibido al comer, es más probable que el consumo continúe, lo que conduce a un aumento de la ingesta energética y la adiposidad a largo plazo", concluyó.
De acuerdo a un artículo de 2016 publicado en el blog oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el menor consumo de bebidas azucaradas implica una reducción de la ingesta de "azúcares libres" y de la calórica total, además de una mejor nutrición y disminución en el número de personas que presentan sobrepeso, obesidad, diabetes y caries dentales.
Misma línea, el doctor Douglas Bettcher, director del Departamento de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la OMS postuló: "La ingesta de azúcares libres, entre ellos los contenidos en productos como las bebidas azucaradas, es uno de los principales factores que está dando lugar a un aumento de la obesidad y la diabetes en el mundo".