Un médico de combate alemán acusado por Bielorrusia de cometer delitos como «terrorismo» y «actividades mercenarias» ha sido condenado a muerte por fusilamiento, según denunció este viernes el Centro de Derechos Humanos Viasna. Rico Krieger, de 30 años, fue sentenciado en base a seis artículos del Código Penal bielorruso en un juicio secreto celebrado a finales de junio, de acuerdo con la organización bielorrusa en defensa de los derechos humanos.
Parte del proceso contra Krieger se celebró a puerta cerrada, las acusaciones exactas contra él no quedaron claras de inmediato y la agencia de noticias oficial de Bielorrusia apenas proporcionó información sobre su expediente. El caso podría estar relacionado con el Regimiento Kalinouski, un grupo de combatientes voluntarios bielorrusos que [[LINK:TAG|||tag|||6336146e1e757a32c790bb29|||luchan contra Rusia en la guerra de Ucrania]]. Esa es la hipótesis de Viasna.
En el perfil de LinkedIn de Krieger figura que trabajó como médico para la Cruz Roja alemana y sirvió como agente de seguridad armado para la embajada de Estados Unidos en Berlín. Es la primera vez que se juzga a alguien por actividades mercenarias en la última dictadura de Europa, como se conoce a la Bielorrusia de Alexandr Lukashenko.
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, reconoció este viernes estar «preocupada» por los informes y aseguró estar «recabando más información sobre su caso». Bielorrusia es el único país del Viejo Continente que aplica la pena de muerte, reservándola para delitos graves como asesinato con circunstancias agravantes, terrorismo y traición.
Según Amnistía Internacional, Bielorrusia ha ejecutado hasta 400 personas desde que se independizó de la Unión Soviética en 1991, pero las ejecuciones de ciudadanos extranjeros son poco frecuentes. El Regimiento Kalinouski, que lleva el nombre del escritor polaco-bielorruso Kastus Kalinouski, es una de las muchas unidades de voluntarios fundadas en el extranjero que luchan junto al Ejército ucraniano para frenar el avance ruso.
Minsk, estrecho aliado de Moscú, lo considera un grupo extremista. Sin embargo, no está claro qué relación ha mantenido Krieger con la milicia, más allá de la versión de algunos medios de comunicación bielorrusos que informan sobre su vinculación con el batallón Occidental, una unidad dentro de Kalinouski. Tampoco está claro si Krieger ha recurrido o no la sentencia.