Mucho ha tardado en hacerse presente. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) avisó de que este jueves llegaba la primera ola de calor del año a la península y Baleares, con la excepción de la franja noroeste del país que se librará de las tórridas temperaturas. En algunos territorios, el mercurio puede alcanzar hasta los 44ºC. A veces nosotros, las personas, pensamos que somos los únicos que sufrimos los efectos del calor. Pero no es del todo cierto. ¿Alguien ha pensado en los perros?¿Cómo sobrellevan esta ola de calor?
Los animales también sufren las oscilaciones de temperatura, y los perros pueden llegar a tardar hasta 60 días en acostumbrarse a los cambios en el clima, con el agravante de que su temperatura corporal es superior a la de los humanos, de 38,5ºC. Si nosotros sentimos este bochorno con fatalidad, ¡imaginemos ellos! Por ello, protegerse del sol no es una elección, es una obligación.
Desde la Real Sociedad Canina de España (RSCE), que vela por el bienestar del perro en España desde hace más de un siglo, recuerda a los dueños la importancia de tomar precauciones y las medidas adecuadas que garanticen su salud y prevengan de posibles sustos. Es bien sabido que los factores de riesgo de una larga exposición al sol son perjudiciales para la salud, y con la ola de calor encima, el peligro se dispara. Dar paseos en horas donde el sol no esté muy arriba y caminar por la sombra son algunas de las medidas que se pueden tomar para sortearla. Son precauciones que parecen evidentes, pero que pueden llegar a ser mortales, ya que si su temperatura corporal aumenta en 2ºC, el golpe de calor es inminente. Y la tasa de supervivencia, si se sufre uno, es de un cincuenta por ciento.
La alerta roja por altas temperaturas no exime de salir a pasear con el perro más allá de cubrir sus necesidades, pues precisa de su ejercicio diario. Por eso, no hay que olvidar tener siempre, al alcance de la mano, una botella de agua para refrescarlo y mantenerlo hidratado. Un factor a tener en cuenta es que si la temperatura corporal del perro alcanza los 43ºC, los órganos comienzan a fallar. Tener una fuente de agua próxima puede ser de vital importancia, para evitar daños mayores.
Otro punto no menos relevante es qué hacer con tanto pelo, sobre todo en aquellos ejemplares especialmente peludos. La tentación puede ser afeitarlo para “dejarlo fresquito” pero, nada más lejos de la realidad, pues en los perros el pelo actúa como capa protectora contra la radiación solar y el riesgo de quemaduras aumenta exponencialmente. ¿Y un bañito en la piscina? Según la RSCE, no es recomendable que un perro se bañe en la piscina pues usa productos químicos para tratar el agua que son perjudiciales para él. Ahora bien, si lo hace, mejor que sea en piscinas desbordantes o con escaleras romanas que faciliten la salida del perro para evitar ahogamientos. A más de 40ºC y tomando las medidas adecuadas, un bañito puede ser inofensivo en un sofocante día de verano pues reduce la temperatura corporal del perro y minimiza los riesgos de un golpe de calor que, no lo olvidemos, puede llegar a ser mortal.