El Tour de Francia está visto para sentencia. Tadej Pogacar va a ganarlo por tercera vez este domingo, salvo una tragedia en forma de caída. El corredor esloveno, vestido de amarillo, ha conseguido la victoria en el primer día alpino en Isola 2000.
Ha hecho lo que ha querido con la carrera desde el principio. Su equipo no ha consentido los intentos más numerosos de fuga, dejando irse solo a un grupo de nueve corredores. De nuevo gente de nivel, con dos hombres del Visma-Lease a Bike que hacían pensar en un ataque anticipado de Vingegaard que no ha llegado.
El grupo definitivo ha llegado a Isola 2000 con seis integrantes: Jorgenson, Kelderman, Richard Carapaz, Simon Yates, Hindley... y Cristian Rodríguez, el almeriense del Arkéa. Se plantaron en la base del puerto con cuatro minutos de renta, y el UAE-Emirates tirando de un grupo de apenas 15 unidades con los mejores de la general.
Pero todavía con casi diez kilómetros de subida por delante, Pogacar ha vuelto a acelerar el ritmo y se ha quedado solo. Evenepoel y Vingegaard han intentado entenderse para ir a por él, sin éxito. Se han dejado casi dos minutos en la línea de meta.
Todo un homenaje para Pogacar, y también un cumplido homenaje del esloveno a la carrera. Suma ya cuatro etapas, y desde 2014 no ocurría que un mismo ciclista ganase el amarillo y cuatro etapas. Pogacar ha dominado el Tour de principio a fin, sin rival, y salvo una caída que nadie desea se proclamará campeón el domiingo en Niza.
