Pedro Sánchez asistió a los cuartos de final de la Eurocopa, que enfrentaron a España y Alemania, y a la final en Berlín, pero los jugadores no aceptaron que bajara a verlos al vestuario. Y su presencia en el palco apenas tuvo eco en las televisiones y en las fotografías.
Aunque el momento más delicado se produjo durante la visita de la Selección a La Moncloa: no hubo sonrisas ni aplausos por parte de los jugadores, todo lo contrario de lo que había ocurrido poco antes en La Zarzuela, con los reyes y sus hijas.
Por si fuera poco, Pedro Sánchez no fue incluido en el podio durante la ceremonia de entrega de premios de la final de la Eurocopa. La UEFA decidió que los representantes españoles fueran el rey Felipe VI y Pedro Rocha, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF).
Esta exclusión dejó a Sánchez fuera del momento más importante de la celebración, y, aunque el presidente del Gobierno pudo asistir a los festejos, no pudo compartir la euforia del equipo en el campo.
Según ha escuchado El Chivato, de altos cargos del Gobierno, el desplante de la UEFA, unido al de los jugadores, ha molestado enormemente al equipo más cercano a Pedro Sánchez.
Y dan una ‘explicación’ a lo sucedido: atribuyen el veto de la UEFA al presidente a un ‘castigo’ por las maniobras del Gobierno para ‘intervenir’ la Federación Española de Fútbol y tratar de apartar a Pedro Rocha.
Una “politización” del máximo organismo del fútbol español que, según han trasladado a altos cargos del Ejecutivo, rechazan los máximos directivos de la UEFA.
En Moncloa admiten, no obstante, que la imagen que más ha molestado al equipo de Sánchez es que, precisamente, Rocha sí estuviera junto al rey en el podio de Berlín.