Las plazas de garaje se han convertido en bienes preciados y escasos en la mayoría de ciudades de España, sobre todo en las capitales. La creciente instalación de zonas de aparcamiento regulado y la expansión de áreas peatonales han hecho que encontrar un lugar donde estacionar sea una tarea cada vez más complicada para los ciudadanos. En este contexto, algunos propietarios se preguntan si es posible maximizar el uso de sus plazas de garaje estacionando dos vehículos en un mismo espacio.
Las plazas de garaje en una comunidad de vecinos son áreas comunes, aunque de uso exclusivo. En otras palabras, su propiedad es de la comunidad de vecinos, pero su utilización está asignada a un único propietario, según señala el portal inmobiliario Fotocasa.
La Ley de Propiedad Horizontal (LPH), que regula los aparcamientos en comunidades de vecinos, no establece prohibiciones explícitas sobre la posibilidad de estacionar dos vehículos en una misma plaza de garaje. Por tanto, si las ordenanzas municipales no indican lo contrario, es completamente legal aparcar, por ejemplo, una motocicleta y un turismo en la misma plaza.
Con esto, se entiende que al tratarse de una zona común de uso privado cada propietario podrá hacer lo que considere oportuno, siempre y cuando "no menoscabe o altere la seguridad del edificio, su estructura general, su configuración o estado exteriores, o perjudique los derechos de otro propietario", tal y como establece el artículo 7 de la mencionada ley. Hay quienes utilizan estos espacios como trasteros, con armarios y demás mobiliario por falta de espacio en sus vivienda, preguntándose de igual manera si resulta esto legal o ilegal.
Una preocupación común entre los propietarios es si el seguro cubrirá los daños en caso de un siniestro cuando hay más de un vehículo en la misma plaza. La respuesta a esta pregunta depende de la póliza específica contratada por la comunidad de vecinos. Generalmente, estas pólizas cubren un vehículo por plaza de garaje, lo que podría implicar que los daños a un segundo vehículo no estén cubiertos en caso de incendio, inundación u otros incidentes.
Ante estos dilemas, lo más recomendable y que hasta en ocasiones puede solucionar los problemas, es mantener una comunicación abierta entre los vecinos, llegando a acuerdos dentro de cada comunidad. En la mayoría de los casos, los malentendidos pueden resolverse con un diálogo civilizado. No obstante, en situaciones de conflicto persistente, es recomendable revisar la normativa de la comunidad y, si es necesario, actualizar las pólizas de seguro para asegurar la cobertura adecuada.
Otro conflicto frecuente en los garajes comunitarios es encontrar un vehículo ajeno estacionado en una plaza que no le corresponde. Este problema, más común de lo que parece, puede surgir de un simple error humano o, en casos peores, de un acto deliberado.
En este tipo de situaciones, no es posible recurrir a la policía para que retire el vehículo con una grúa, ya que se trata de una propiedad privada. Sin embargo, el Código Penal aborda esta cuestión bajo el delito de usurpación de propiedad privada. Según el artículo 245.2 del Código Penal, "el que ocupare, sin autorización debida, un inmueble, vivienda o edificio ajenos que no constituyan morada, o se mantuviere en ellos contra la voluntad de su titular, será castigado con la pena de multa de tres a seis meses".
