La última vez que se decretó Estado de Sitio en nuestro país fue en septiembre de 1986, a raíz del atentado contra el dictador Augusto Pinochet. Casi 38 años más tarde la propuesta vuelve a surgir por parte de un grupo de parlamentarios, quienes han presentado esta herramienta constitucional a propósito de los 17 homicidios registrados el pasado fin de semana largo.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el senador (DC) y presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Iván Flores, afirmó que pese a que es una alternativa, “el Estado de Sitio no es la solución“.
“Creo que en estos momentos lo que hay que hacer es actuar con la cabeza muy fría, en términos de buscar soluciones efectivas, y en eso creo que el Estado de Sitio, sí, puede ser un elemento más para disuadir la comisión de delitos de esta naturaleza, pero no es la solución estructural. ¿Por qué ingresa el crimen organizado a Chile? Tal como lo ha hecho en otros lugares, porque es un país que tiene debilidad estructural para poder prevenir, anticiparse, a lo que significa la instalación del crimen organizado“, sostuvo el senador.
En ese sentido, el presidente de e la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara Alta explicó que “el crimen organizado son empresas, son holdings empresariales que tienen distintos negocios, no en un barrio, ni en una ciudad, ni un región, ni en un país, esta es una cuestión planetaria”.
“Hoy la misma preocupación que tenemos nosotros los chilenos, la tienen los europeos, la tienen en parte los asiáticos, y qué decir del resto de los latinoamericanos, donde la tasa de homicidios es tres veces más altas que en América del Norte, Canadá o EEUU, es cinco veces más alta que en el resto del mundo, y en diez veces más alta que en los países asiáticos”, expuso.
Así, Flores sostuvo que: “Lo que ocurre con nosotros es que siendo un país tranquilo, seguro, no teníamos que ‘necesariamente gastar plata’, que era siempre escasa, en este tipo de materias cuando habían otras necesidades, había que construir puertos, carreteras, hospitales, etc., necesidades que también son reales también para la gente, pero cuando irrumpe el crimen organizado utilizando la condición básica que es tener instituciones debilitadas, empiezan a aparecer dos elementos que son claves para su instalación: la impunidad y la corrupción”.
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