En particular, la fusión de materia prima natural y técnicas tradicionales de destilería han dado paso a experiencias sensoriales únicas sorbo tras sorbo que, hoy en día, son un sello distintivo de la cultura mexicana. En este contexto, una de las bebidas típicas más emblemáticas de México es el agua de Jamaica, de color rojo intenso y con un refrescante sabor ligeramente ácido a flor de hibisco.