La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha dirigido este jueves al hemiciclo europeo para desgranar su plan de gobierno en los próximos cinco años, si es elegida para un segundo mandato.
Ha comenzado su discurso centrándose en la necesidad de aumentar la competitividad económica europea que está perdiendo el paso frente a China y EEUU. También ha aprovechado para arremeter contra los populismos que se benefician de la incertidumbre de los europeos sobre el futuro.
“Hay una clara tentación de dividir y polarizar nuestras sociedades. Estoy muy preocupado por estas tendencias. Pero estoy convencida de que Europa, una Europa fuerte, puede afrontar estos retos y por eso estoy pidiendo hoy vuestro apoyo”, ha asegurado.
Ursula von der Leyen se enfrenta este jueves a su reelección en una votación secreta y en urna que da pie a traiciones y conjeturas. Necesita 361 síes.
En un principio, la luz verde parece casi segura ya que la suma de populares, socialistas y liberales – los tres grupos europeístas en los que apoya su candidatura- supera los 400 votos. Pero en el hemiciclo europeo no existe la disciplina de voto y se calcula una deserción en las filas de estos grupos de entre el 10% y el 15%.
Por eso, von der Leyen necesita asegurarse el apoyo de otros grupos como los Verdes y parte de los Conservadores y Reformistas europeos. Los primeros no han querido adelantar su decisión final al hasta escuchar el discurso de este jueves, pero se da por supuesto que parte del grupo va a respaldar la candidatura de la alemana.
Una de las grandes incógnitas radica en qué sucederá con el partido de Giorgia Meloni, hermanos de Italia. En la designación por parte de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, la primera ministra italiana optó por la abstención en el caso de von der Leyen, con quien ha tenido unas relaciones amigables en los últimos años. Se sabe que parte del grupo de los Conservadores y Reformistas europeos, como el partido del checo Petr Fiala, votará a favor mientras que los polacos de Ley y Justicia, lo harán en contra.
En caso de que von der Leyen no consiguiera salir victoriosa, se desataría una crisis sin precedentes y los jefes de Estado y de Gobierno tendrían un mes para propones a un nuevo aspirante. El mensaje oficial es que no existe plan B, pero los rumores siempre han estado presentes en los corrillos comunitarios