Cuando, a fines de 2023, se «ascendió» a Mª J. Montero a la Vicepresidencia Primera, me preguntaron, en un programa de Canal Sur Radio, mi opinión sobre su «típico acento sevillano», ese que provoca la (son)ris(it)a de más de uno en el Congreso y fuera del hemiciclo. Respondí que sobre el hecho de que el «acento» ajeno «chirríe» nada hay que decir, es algo que ha ocurrido siempre y en todas partes: los de un pueblo (andaluz o no) se mofan de cómo «hablan» los de la localidad vecina; unas regiones desprecian —o menosprecian— hábitos articulatorios (y expresiones) de zonas cercanas; a este lado del Atlántico «chocan» ciertos rasgos fonéticos o giros «hispanoamericanos», etc. Como cualquier otro aldeanismo cateto, se...
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