Con los rescoldos de la fiesta de la selección española en Cibeles aún apagándose, Kylian Mbappé tomó el testigo de la información deportiva. Este martes el delantero francés estampó por fin su firma en un contrato para convertirse en jugador del Real Madrid . Siete años después, y como él mismo ha explicado en una multitudinaria rueda de prensa , ha cumplido su sueño de la infancia, vistiéndose finalmente de blanco. En sus primeras palabras como local en el estadio Santiago Bernabéu , el internacional galo ha reiterado esta idea una y otra vez, explicando que por fin está donde quería, y evitando abundar en los motivos por los que no lo hizo antes pese a los intentos del club español. Sus palabras, y sobre todo sus gestos de indisimulada felicidad, han convencido a la mayoría del madridismo, que ya ha dejado atrás las desilusiones de anteriores ventanas de fichajes y esperan que el de Bondy consiga mostrar de blanco su mejor versión como futbolista. La felicidad del atacante contagió incluso a su madre, Fayza Lamari , que siguió la mayoría del acto en el coliseo merengue con lágrimas en los ojos. Una imagen que choca con la dureza de la que ha sido la agente de Mbappé durante los últimos años, en los que los caminos del futbolista y el club del Paseo de la Castellana, nunca terminaron de cruzarse. Con ella y con su padre tuvo un sorprendente gesto el nuevo fichaje blanco en su primera vez en la sala de prensa de su nueva casa. Impecablemente vestido tras haber posado de corto en el Bernabéu, Mbappé respondió a sus primeras preguntas como madridista acompañado de un curioso objeto. Tanto que su presencia en la mesa desde la que contestaba el galo atrajo la atención de una de las primeras cuestiones de la rueda de prensa. ¿Por qué había colocado junto al micrófono una réplica del Santiago Bernabéu en su forma anterior a las obras ? No parecía un obsequio del club blanco precisamente por esa versión del modelo, anticuado respecto a lo que es hoy por hoy el recinto madrileño. «Esta maqueta es simplemente un guiño a mi familia», aclaró el delantero, que explicó que dicho objeto era « un regalo de cuando tenía ocho años » y que se convirtió en una expresión material de su deseo de jugar algún día en el equipo de la capital de España. «Esto es un honor, un privilegio. Este día es histórico para mí, para mi familia y para mis amigos », agregó, después de dar las gracias a Florentino Pérez por su confianza, a toda la gente que había hecho posible el fichaje y a todos los aficionados que llenaron el coliseo madrileño.
