Irene Montero que se ha estrenado en el Parlamento Europeo como candidata del grupo de la Izquierda Unitaria a la presidencia de la cámara, que es el mismo papel que tuvo su esposo, Pablo Iglesias, cuando él llegó a esta institución en 2014. En su discurso, pronunciado en español, ha empezado con su tradicional saludo a « todas, todos y todes » y ha hecho un discurso «contra la militarización de Europa» bajo el principio de que «a los fascistas se les para a la izquierda garantizando derechos a los trabajadores». Montero ha sido mucho más prudente de lo que fue su esposo en este discurso programático, ya que lo ha leído despacio, para permitir que los traductores lo pudieran interpretar. Sin embargo, no ha sido acogida con la veneración extraordinaria como lo fue Iglesias , que entonces estaba en el momento de mayor expansión electoral de Podemos. En esta ocasión, Montero ha sido designada candidata, como ha reconocido al portavoz del grupo la francesa Manon Aubry, « para que no hubiera una sola candidatura », que es la de la popular maltesa, Roberta Metsola y que es la que ha resultado elegida. Montero ha criticado « los años de austeridad» y «las políticas que nos están levando a una guerra» y ha pedido que la UE rompa relaciones con «el genocida de Netanyahu igual que ha hecho con el criminal de Putin». Esta última ha sido la única mención al dictador ruso dentro de un discurso en el que se defendía implícitamente la teoría de que es posible pactar con el Kremlin una paz en Ucrania. También se ha referido al escándalo que salpicó al grupo socialista en la anterior legislatura y ha dicho que «no se puede repetir un ' Qatargate ' en este parlamento».
