Como era previsible, las elecciones a la presidencia de Ruanda han vuelto a ser un mero trámite para Paul Kagame, que revalidó ayer su cargo presidencia al ganar las elecciones con el 99,15% de los votos y el 79% de las papeletas escrutadas, según los resultados parciales publicados por la Comisión Nacional Electoral (NEC). Una victoria aplastante si tenemos en cuenta que sus dos rivales, el líder del Partido Verde de Frank Habineza y el candidato independiente Philippe Mpayimana, consiguieron solo el 0,53 por ciento y el 0,32 por ciento de los votos, respectivamente. La participación en las elecciones ha sido del 78,94 por ciento. Pese a la presencia de observadores, son muchas las voces —oposición, prensa, sindicatos, ONGs, etc.— que ponen en duda la credibilidad de estos resultados electorales, ya que curiosamente se han repetido en los últimos comicios celebrados en el país. Se calcula que unos 1.100 observadores se registraron para supervisar estas elecciones, incluidos 334 internacionales procedentes de la Unión Europea (UE), la Unión Africana (UA) o la Comunidad de África del Este (CAE), entre otras organizaciones. No hay que olvidar que varias organizaciones pro derechos humanos han denunciado durante los últimos años el reducido espacio democrático en el país, así como detenciones arbitrarias y desapariciones de disidentes a manos del Gobierno. Kagame siempre ha negado estas acusaciones, esgrimiendo entre sus argumentos la prosperidad económica del país. Una prosperidad criticada duramente desde el otro lado de la frontera por la República Democrática del Congo, que se considera expoliado de su riqueza mineral por las milicias ruandesas. Si se confirma este primer recuento, Kagame podría alcanzar una diferencia incluso superior al 98,79% que obtuvo en las elecciones presidenciales de 2017. En 2003, demás, alcanzó el 95,05%, mientras que en 2019 logró el 93,08% de los votos. Se espera que los resultados provisionales completos se publiquen el próximo 20 de julio, antes de que se anuncien los resultados finales el 27 del mismo mes. Paul Kagame parece que da por buenos los resultados avanzados y ya ha dado las gracias a los ruandeses en un discurso pronunciado desde la sede de su partido, el Frente Patriótico Ruandés (FPR). «Los resultados que se presentaron indican una puntuación muy alta. No son sólo números, aunque fuera el 100%, no son sólo números. Estos números muestran confianza y eso es lo más importante», afirmó. Como ya ha ocurrido en otros comicios africanos, en esta ocasión no han podido concurrir dos opositoras muy críticas con la gestión de Kagame: Victoire Ingabire y Diane Rwigara, a quienes las autoridades electorales han prohibido participar. El partido de Kagame ha dirigido el país con mano de hierro desde que tomó el poder en 1994 como grupo rebelde, tras derrocar al Gobierno extremista hutu que desencadenó el genocidio de ese año, en el que unos 800.000 tutsis y hutus moderados perdieron la vida. Los ruandeses eligieron también por sufragio directo a 53 miembros de la Cámara de Diputados (Cámara Baja del Parlamento), mientras que hoy será el turno de los 27 restantes, de los cuales 24 deben ser mujeres y que serán escogidos de manera indirecta por entidades locales y nacionales.
