Hay dos Moratas en una sola persona, dos almas que conviven en el mismo cuerpo y que se manifiestan al exterior cada vez que hablan en público compañeros, entrenadores o el propio protagonista. Así se ha reflejado durante la Eurocopa en Alemania, en particular en Donuaeschingen, la bucólica residencia en la Selva Negra que quedó atrás para siempre en el recuerdo. Uno es un ejemplo como capitán y compañero, según cuentan los jugadores que con él conviven. La otra versión es la queja, el complejo de persecución de alguien con la piel fina y ya muchos años en la jarana del fútbol. Morata ha establecido tres momentos en la Eurocopa como altavoz de sus cuitas en un entorno en el que han escaseado las situaciones personales o los planes de futuro mostrados al aire. Lo dijo Mikel Merino, el protagonista del gol decisivo ante Alemania. «Aquí se trata de no poner caritas c uando no te toca jugar», aseguró el centrocampista de la Real Sociedad. Morata, sin embargo, se ha valido de los medios de comunicación para lanzar sus mensajes. «Mis hijos no entienden porque hay mucha gente que tiene mucha rabia hacia su padre », dijo a la Ser respecto a esa aureola de jugador polémico que lo acompaña, sin que se sepa muy bien el motivo. Y ahondó en el mercado veraniego y su posición en el Atlético. «Me imagino que lo que sale en prensa es lo que han hablado ellos [en referencia a los dirigentes del club rojiblanco]. Yo no he hablado con nadie. Si leo que el Atleti quiere fichar a ocho delanteros me imagino que es porque no soy la prioridad del club. Tengo 31 años, no me puedo quedar en el Atleti para no jugar». Mientras estas palabras alteraban de entrada el ambiente apacible en la selección, los compañeros de Morata elogiaban su figura de capitán. «Es muy fuerte, tirando a lamentable. Morata ha estado aquí con nosotros muchos años, es el capitán y el referente. No entiendo que no se le apoye», dijo Dani Olmo. Mikel Merino, Cucurella, Zubimendi, Vivian, Nacho y tantos otros compañeros han ensalzado las virtudes del jugador del Atlético como capitán. Remiro, el portero de la Real, el único español que no ha disputado un minuto en la Eurocopa, ha sido uno de los jugadores a los que más ha hablado Morata para animarlo. «Ha estado pendiente de mí en todo momento, hemos hablado muchísimo». Una segunda versión de Morata en tono lastimero se reflejó en El Mundo, al insinuar el jugador que tal vez se podría retirar de la selección. Y en otro pasaje al margen de su retirada o no, aseguró que en «España no se respeta a nada y a nadie». El seleccionador Luis de la Fuente, en una entrevista con ABC antes de la final ante Inglaterra, manifestó sobre Morata y sus cuitas personales. «Él está soportando ciertas cosas que llega un momento en que hay que decir ya vale, paro, lo cuento e inmediatamente llegas a la concentración y te has olvidado». El último foco de tinte polémico se produjo después de la final ganada a los ingleses. En la zona mixta Morata informó que «de no haber sido por Iniesta y Bojan no habría jugado la Eurocopa». El delantero habló de salud mental y sus problemas. «Ellos han pasado por lo que yo he pasado, y siempre está la luz al final del túnel». Ambos pasaron una depresión. En la misma escena, con los familiares revoloteando por la zona mixta del Olímpico, el padre de Morata descartó que se vaya a retirar de la selección. Carvajal, zorro viejo, hizo una atinada visión del problema en la Cope. «Está mi cuñado Joselu que se la suda todo, viene de Galicia de matar gallinas y en el otro extremo está Morata», al tiempo que indicó que siempre intenta ayudar a su compañero a restar importancia a las críticas.
