“Vox no le tiene apego a los sillones, sino a los principios”. La frase la pronunció la presidenta de las Corts Valencianes y miembro de la Ejecutiva de Vox, Llanos Massó, horas después de que el comité de dirección del que forma parte rompiera los pactos con el PP en cinco comunidades autónomas y obligara a sus consellers a abandonar los cargos. El líder de la formación ultraderechista, Santiago Abascal, fue claro: el pacto está roto, los vicepresidentes dimitirían, los consejeros saldrían de los Gobiernos y Vox retiraría su apoyo parlamentario al PP.
En esa misma sesión, que se prolongó tres horas y tuvo contestación interna, Vox obligó a dejar el sillón a sus consejeros en Gobiernos autonómicos porque el pacto que les dio el cargo estaba roto. Al parecer, no debe estar roto para los presidentes de los Parlamentos, que llegaron al cargo por el mismo acuerdo y no piensan dimitir. El partido considera que es una postura coherente. Que no se aferran a esos sillones. Ni a los 100.000 euros de salario que supone en las Corts Valencianes ni a la disponibilidad de chófer o asesores, con nueve nombrados directamente por la presidenta y dos vacantes por cubrir.
La ultraderecha ha desplegado el argumentario sobre esta postura desde el viernes. Primero, defiende que Massó “debe seguir en el cargo por coherencia”; después, que su continuidad está justificada por la separación de poderes -una cosa es el Ejecutivo y otra el Legislativo, y se ha roto el Ejecutivo, aunque la negociación iba en el mismo paquete-; más adelante, que la Presidencia es un cargo elegido por los representantes de la ciudadanía en las Corts; el cuarto, que los mismos votos que hicieron a Massó presidenta hicieron a Mazón presidente; el quinto y último, defendido por la propia presidenta, es que los Parlamentos autonómicos no tienen competencia en materia de inmigración y que el pacto se rompe por la acogida de menores migrantes. Ahí la coherencia.
El 13 de junio del pasado año, después de una reunión de una hora con el equipo de Carlos Mazón, fueron los propios representantes de Vox quienes afirmaron que en el acuerdo para hacer presidente al líder del PP se incluía la presidencia de la Cámara. Era uno de los escasos puntos del acuerdo, que ni siquiera concretaba la presencia de Vox en el Consell: antes que Vicente Barrera estaba Llanos Massó. Así figura en la nota de prensa difundida por Vox:
Los populares quieren un divorcio pacífico, pero no dudan en pelear por los lugares de representación. Si el binomio se ha roto, si ya no son un equipo, no tiene sentido que el grupo minoritario encabece la Cámara, aunque no quieren sacarlo del todo. El recién estrenado como portavoz del PP, Juanfran Pérez Llorca, ha insistido en que su partido cree que debería tener la presidencia de las Corts como grupo mayoritario, y en que “Massó fue elegida presidenta con un acuerdo de gobierno”, por lo que “si vox ha decidido salir del acuerdo” lo “lógico” sería que la Presidencia de Les Corts la ocupe el grupo 'popular'. El presidente de la Generalitat añadía: “Es evidente que todos hemos escuchado a Santiago Abascal diciendo que rompe el acuerdo con el Partido Popular, así que la cosa está clara”.
No obstante, el partido insiste en que “tiene que ser su decisión” abandonar el cargo y no apoyarán una propuesta para cambiar el reglamento y expulsarla. Para ello, a su juicio “habría que volver a hacer una elección de la Presidencia atendiendo a la representación de cada formación”.
El reglamento de la Cámara no prevé mociones de confianza o censura, ni cambios entre sus miembros, y las razones para cambiar la Presidencia son estrictas y limitadas. Salvo que dimita o una parte sustancial del Parlamento cambie de grupo, no se prevé una nueva votación. Así, en el plan de los populares, Massó debería dimitir y las Corts deberían elegir otro presidente. No se ha concretado cómo se pretende garantizar la presencia de Vox en la Mesa, pero cabe pensar que se votaría de nuevo.
La coalición Compromís ha registrado una propuesta de modificación del reglamento porque considera que Massó no es digna del cargo. “Solo le interesan los 100.000 euros al año”, denuncia su portavoz, Joan Baldoví, autor de la iniciativa. Los socialistas, que apoyarán la medida, insisten que Mazón debe “romper con la agenda ultra” porque de lo contrario la ruptura con Vox es “una operación de maquillaje”. “Es Vox quien ha roto con el PP, no Mazón con la ultraderecha porque él está orgulloso de pactar con Vox. Las cosas en su cabeza no han cambiado para nada”, ha remarcado José Muñoz.
El texto de Compromís incluye una “moción de remoción”, que tendrá que ser propuesta, al menos, por dos grupos parlamentarios o por una quinta parte de los diputados y aprobada por una mayoría reforzada de tres quintas partes del parlamento valenciano. Una vez aprobada la remoción se procedería a la elección del miembro de la Mesa cesado. La coalición justifica la decisión en “la negación constante de la violencia de género, los exabruptos e insultos constantes a través de su perfil oficial, el uso partidista de la institución y la total parcialidad en el ejercicio del cargo” de la presidenta. Esta propuesta no se debatirá hasta septiembre porque las Corts Valencianes dan por finalizado el periodo de sesiones este lunes.