Iniesta llevaba meses hablando con
Álvaro Morata. Como
Bojan. Discretamente. Compartiendo miedos y superaciones, exteriorizando preocupaciones y patrones. Sin juzgar. Escuchando. Ayudando. Porque nadie mejor que Iniesta y Bojan para interpretar lo que le estaba pasando al capitán de la selección española. La salud mental es más importante que la física. Mucho más importante.
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