Cuando las temperaturas suben, el calor aprieta y los días se alargan, es el momento perfecto para emprender la búsqueda de excursiones en las que el frescor del agua sea el más que indudable protagonista. Excursiones que además tengan su pizca de aventura , que nos permitan disfrutar de paisajes y entornos realmente valiosos. A la hora de buscar este tipo de rincones, no hay dudas de que la provincia de Cádiz es uno de los escenarios más prolíficos en este sentido. Los kilómetros y kilómetros de costa con los que cuenta esta provincia permiten que podamos encontrar todo tipo de playas y escenarios marinos. En Cádiz vamos a poder disfrutar de todo tipo de playas, desde aquellas que están más 'domesticadas', hasta excursiones que no vamos a olvidar en toda nuestra vida. Es el caso de la aventura que proponemos, que se localiza en el término municipal de la población de Tarifa . Se trata de un nombre conocido de manera mundial, ya que lleva décadas siendo la meca de deportes acuáticos como el windsurf, pero es que además tiene muchos otros encantos. El propio casco urbano de Tarifa es en sí mismo un lugar muy atractivo donde se puede entrar en contacto con la historia y una gastronomía envidiable. A todo ello hay que unirle parajes costeros que son una auténtica alegría para los sentidos. Para esta excursión hay que ir bien pertrechados con una buena cantidad de agua fresca, crema solar protectora, alguna gorra y un calzado que nos proteja algo más que unas simples chanclas, siendo ideales por ejemplo los populares escarpines. Es una excursión en la que vamos a tener que caminar un buen ratito, pero la recompensa nos va a merecer la pena de sobra. Nuestro destino son las famosas piscinas naturales de Bolonia , que se encuentran en un paraje situado a unos cuatro kilómetros aproximadamente de esta popular playa, famosa también por su enorme duna, por las ruinas romanas de la antigua ciudad de Baelo Claudia y por la clásica estampa de las vacas retintas pastando a sus anchas. La recomendación para poder acceder a este paraje que es ideal para una excursión de un día es madrugar y tratar de buscar aparcamiento en las inmediaciones de la propia playa de Bolonia. Mirando de frente al mar desde la playa, con la gran duna a nuestra derecha, sólo tenemos que comenzar andar hacia nuestra izquierda . Según el ritmo al que andemos, teniendo en cuenta además que lo haremos por una superficie de arena principalmente y también de roca y piedras en otros casos, tardaremos en llegar a nuestro destino aproximadamente una hora. Al llegar encontraremos nuestro sugerente premio en forma de una preciosa cala en la que se forman una serie de piscinas naturales en las que resulta un auténtico placer disfrutar de un tranquilo baño en aguas cristalinas . Un lugar que es perfecto para desconectar del mundanal ruido y saborear una experiencia realmente inolvidable. Estaremos completamente rodeados de naturaleza salvaje, siendo además un lugar que por sus características peculiares también cuenta con una serie de pequeños manantiales de agua, que junto a las especiales rocas que existen forman un barro específico que cuenta con numerosas propiedades terapéuticas para la piel . Una playa que por sus características geográficas, cuando baja la marea, y la disposición de sus rocas , forma lo que puede parecer una piscina natural, donde podremos disfrutar solos o en compañía de uno de los baños más increíbles de nuestra vida.