En un esfuerzo por mejorar la situación de los parados mayores de 52 años en España, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha introducido cambios significativos en el subsidio destinado a este grupo.
La nueva normativa, Real Decreto-ley 6/2023 del 19 de diciembre, que en principio, busca proporcionar un apoyo más sólido y continuo a quienes enfrentan mayores dificultades para reinsertarse en el mercado laboral, establece varios criterios y beneficios clave. Con la nueva regulación, este subsidio se extenderá hasta que el parado alcance la edad legal de jubilación.
Además, el subsidio ahora está diseñado para garantizar una mayor estabilidad financiera. Esto se traduce en una percepción económica continua y previsible para los beneficiarios, lo cual es esencial para aquellos que, debido a su edad, encuentran mayores barreras para volver a trabajar.
Para ser elegible para este subsidio, los solicitantes deben cumplir con ciertos requisitos. Primero, deben tener al menos 52 años al momento de la solicitud. También deben estar inscritos como demandantes de empleo y haber agotado cualquier prestación contributiva por desempleo a la que tenían derecho previamente.
La prestación por desempleo se cobrará de manera indefinida, siempre y cuando se entregue la Declaración de la Renta de manera anual y que no superarse el 75% del Salario Mínimo Interprofesional mensualmente.
Otro requisito importante es haber cotizado un mínimo de seis años a la Seguridad Social por contingencias de desempleo a lo largo de su vida laboral y cumplir con todas las condiciones para acceder a una pensión contributiva de jubilación, excepto la edad. Este aspecto asegura que los beneficiarios han contribuido al sistema y, por lo tanto, se les apoya en un momento crítico de su vida laboral.
Una característica destacada de esta normativa es la compatibilidad del subsidio con el trabajo a tiempo parcial. Esto significa que los beneficiarios pueden trabajar y, al mismo tiempo, recibir el subsidio, lo que les proporciona una mayor flexibilidad y un incentivo adicional para reintegrarse al mercado laboral.
Además, durante el periodo en que se percibe el subsidio, el SEPE cotiza a la Seguridad Social por los beneficiarios. Esta cotización es equivalente al 125% de la base mínima vigente en cada momento, lo cual contribuye significativamente a la futura pensión de jubilación del beneficiario.
Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo, aboga por un aumento del 3% en el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), un indicador fundamental para determinar el acceso a diversas ayudas y subsidios, incluidos los destinados a desempleados.
Actualmente fijado en 600 euros mensuales, el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) determina la elegibilidad para diversas ayudas y subsidios estatales. El Servicio de Empleo (SEPE) utiliza este indicador para establecer los montos mínimos y máximos de las prestaciones.
Si se aprueba el aumento del 3% propuesto por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el subsidio para mayores de 52 años se incrementaría a 494,40 euros mensuales. Este subsidio se otorgará hasta que el beneficiario alcance la edad de jubilación o encuentre empleo.
