Hasta el momento se conoce que Domitila Monsin Pérez invirtió una fuerte suma de dinero para ultimar a la víctima identificada como Hector Cornelio Gozar Navarro, con quien logró construir cuatro propiedades, tener una flota de camiones y ahorrar más de medio millón de soles.
Una mujer confesó a los efectivos de la Policía Nacional del Perú que había coordinado con dos familiares para acabar con la vida de su esposo. El asesinato se produjo el pasado 5 de julio en el sector 6 de Villa El Salvador, donde los novios eran considerados como los verdaderos ‘Reyes de la Chatarra’. Los involucrados en este crimen podrían recibir una sanción de 30 años de la pena preventiva de la libertad.
Durante el interrogatorio, la fémina reveló que ordenó matar a su pareja de 65 años debido a las agresiones físicas y psicológicas que recibía por parte del occiso. Sin embargo, un medio local corroboró que no existen denuncias al respecto. Hasta el momento se conoce que Domitila Monsin Pérez invirtió una fuerte suma de dinero para ultimar a la víctima identificada como Hector Cornelio Gozar Navarro, con quien logró construir cuatro propiedades, tener una flota de camiones y ahorrar más de medio millón de soles.
Según las primeras hipótesis del coronel Ricardo Espinoza, jefe de Homicidios, la mujer habría sostenido una relación clandestina con una persona menor. “Ella necesitaba muerto al padre de sus hijos para disfrutar con su nueva pareja el dinero que ganaron al vender chatarra”, declaró. Pero Domitila negó rotundamente que la razón del asesinato sea por un tema económico.
Domitila y su hermana Melba Hilaria Monsin Pérez contrataron el servicio de un chamán. Pues el brujo prometió que tenía un conjuro para matar de un infarto a Hector Cornelio Gozar Navarro. La esposa del fallecido invirtió 50 mil soles en hechicerías, según un informe periodístico.
“Entonces el brujo comienza a chantajear a Domitila con la amenaza de contarle todo a su esposo. Por temor le paga 30 mil soles. Luego desembolsa 90 mil soles por 14 calaveras que reforzarían la brujería. Puede sonar irrisorio, pero en esta investigación hemos recuperado 630 mil soles”, comentó el coronel Espinoza.
Los intentos de brujería fallaron. En ese momento, según las declaraciones de Domitila, Melba Monsin Pérez solicitó 30 mil soles para que su hijo Luis Cabrera asesinara a Hector. Sin rechistar, aceptó la oferta de su hermana. El crimen ocurrió el 5 de julio de 2024 en el sector 6 del distrito de Villa El Salvador, donde vivió durante 17 años con su esposo.
Ese día Domitila agregó una dosis de diazepam a la comida de Hector. “Siempre tomaba pastillas para dormir”, aseguró a los agentes de la PNP. Ella también narró que en horas de la noche Luis, quien se había escondido minutos antes en el cuarto piso, asfixió a Hector Gozar Navarro con una soga. Quedaron en manipular la escena del crimen para que parezca un asalto. “Cuando pasó todo me arrepentí. Quería ayudar, pero no pude. Era tarde”, sostuvo la mujer, con la voz entrecortada por los llantos.
Tras perpetrar el homicidio, el joven de 25 años se refugió en Huancayo, según detalló un medio local. Sin embargo, los efectivos de la División de Homicidios lograron capturarlo. “Si no hay pruebas no tienen para acusar”, señaló el presunto asesino. Él tiene un pasado militar.
