Después de un mes de intensa actividad en las canchas más emblemáticas de Alemania, este domingo se juega la final de la Eurocopa 2024 entre España e Inglaterra, las mejores selecciones.
El equipo inglés, dirigido por Gareth Southgate, está en su segunda final consecutiva y van por su primer título de esta competencia, mientras que ‘La Roja’ va por el cuarto trofeo para sus vitrinas. Aunque el premio simbólico no es la única aspiración porque también hay varios millones de por medio, que se suman a lo que ganaron en semifinales.
En esta final, inédita en la historia de la Eurocopa, España llega como favorita con seis victorias en el mismo número de partidos durante el torneo y ante rivales importantes como Italia, Croacia, Alemania y Francia, a estos últimos los dejó fuera de la competencia.
Inglaterra se presenta en el Estadio Olímpico de Berlín entre dudas de su afición porque registra dos empates y sufrió más en el camino ante selecciones como Serbia, Eslovenia y Eslovaquia; sin embargo, sus figuras han brillado en los momentos clave, como en la semifinal con Países Bajos.
La Eurocopa es un torneo histórico y de gran prestigio por el nivel de futbol que exige, la primera edición fue en 1960 y en la lista de ganadores todavía no está Inglaterra. Italia es la vigente campeona, pero no consiguió refrendar el título y cayó en octavos de final.
Las selecciones acumulan dinero de acuerdo a los resultados que obtienen a lo largo de la competencia, como es claro, las victorias recompensan mejor que los empates. Los cuatro semifinalistas sumaron cinco millones de euros a su cuenta.
Antes de garantizar el boleto, así estaban los ingresos de las selecciones finalistas:
El ganador sumará la siguiente cantidad a ese monto acumulado:
La final tiene garantizado el lleno en el Olímpico de Berlín, la Selección Española de Lamine Yamal contará con el apoyo de al menos 11 mil 500 aficionados.
Desde hace varios días, las entradas más accesibles ya estaban agotadas y solo quedaban escasas de entre 300 y 2 mil euros, por lo que acceder a un boleto era casi misión imposible.
