Argentina, campeona del mundo, defenderá hoy ante Colombia su título de Copa América en el Hard Rock Stadium de Miami.
Sinónimo de gloria y éxito, Argentina en su estado normal de finalista de un torneo, tiene la posibilidad de sumar una copa más a su palmarés. Actual campeón del mundo y vigente dueño de la Copa América, llega al Hard Rock de Miami con la ilusión de darle un final feliz al ídolo que de a pocos se despide del fútbol: Lionel Messi. La Pulga, un tanto alejado de su máximo nivel, mostró chispazos de fútbol que acompañaron al desempeño de Julián Álvarez y de un Rodrigo De Paul en su esplendor. Sin dejar de lado la jerarquía de Ángel Di María. Esa es la Albiceleste. Un equipo que combina experiencia y juventud, una mezcla que ha funcionado bastante bien al punto de liberarse de la Messi dependencia.
Con el cartel de favorito se verá las caras con un equipo que a resurgido como el ave fénix desde la llegada de Néstor Lorenzo. El técnico argentino, cuyo paso por Melgar de Arequipa es recordado por los peruanos, sentó principios y condiciones desde el día uno que hoy tienen sus frutos, pues Colombia volverá a jugar una final después de 23 años y ya suma 28 partidos sin perder, 25 de la mano de Lorenzo.
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El exasistente técnico de José Pekerman es el héroe inesperado del certamen continental y gran hacedor de la Colombia finalistas. Convencido de la capacidad de James Rodríguez, decidió convertirlo en el líder absoluto del plantel. Aun así, había un inconveniente, Rodríguez estaba en el fútbol catarí por ese entonces, un balompié que no es muy famoso por su competitividad, y ese era uno de los obstáculos que preocupaban al estratega.
Néstor Lorenzo le pidió a la Federación un par de pasajes para Doha, visitó a James y le contó el plan que incluía que él debía emigrar al fútbol europeo o un grande de Sudamérica. “Yo quiero armar la selección como a usted le guste jugar”, le habría dicho el técnico al centrocampista que no dudó en mover cielo y tierra para volver al fútbol europeo, objetivo que consiguió al arribar a Grecia, a Olympiacos, en donde no tuvo regularidad. Después llegó al fútbol brasileño, militando para Sao Paulo, y aunque allí tampoco le dieron la oportunidad de jugar, sirvió que para recuperara algo de ese nivel que lo llevó a ser un jugador llamativo por los clubes europeos.
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Ha sido un torneo inolvidable para ambos países, que han sido liderados por sus legendarios capitanes. Messi, ganador de ocho Balones de Oro, sobrepuso a una lesión en la fase de grupos y sigue siendo uno de los jugadores más influyentes del torneo. En la que podría ser su última Copa América, y la que seguramente será la última edición para sus compañeros y amigos Ángel Di María y Nicolás Otamendi, buscará convertir a su país en el equipo más exitoso en la historia de la competencia con una victoria en la final: actualmente Argentina y Uruguay comparten el mérito con 15 títulos cada uno.
La Albiceleste cumula cuatro partidos consecutivos sin triunfos frente a los cafeteros por el torneo, la segunda mayor racha de su historia ante cualquier equipo. Desde el triunfo 4-2 por la fase de grupos de la edición de 2007, fueron tres empates y un triunfo para Colombia. No obstante, la estadística tiene una salvedad: dos de las igualdades fueron en instancia eliminatoria y terminaron con Argentina festejando en los penales, en los cuartos de final de 2015 y en la semifinal de 2021. La otra data de la primera ronda de 2011. La victoria de Colombia, por su parte, tuvo lugar en 2019. De hecho, fue el primer partido en un gran torneo de Lionel Scaloni como entrenador de la albiceleste, que ese año se quedó con la medalla de bronce.
El cuadro cafetero, que no pierde desde la última vez que enfrentó a Argentina, a comienzos de 2022, buscará extender su racha y ganar el segundo gran título de su historia.
Sin duda, un duelo épico que quedará en la historia del fútbol sudamericano, que contará con un condimento adicional, pues la Conmebol confirmó que el encargado de impartir justicia en el duelo será el brasileño Raphael Claus. Esta noticia no cayó nada bien entre los argentinos que no dudaron en criticar la decisión. Sin embargo, en Argentina saben que la gloria y el éxito se gana en el campo de juego. Los mejores se verán las caras en el verde y ¡que gane el mejor!
