A 2 semanas del inicio de París 2024, la ministra Amélie Oudéa-Castéra nadó por el río Sena, cuya limpieza de US$1.550 millones ha permitido que sus aguas puedan ser aptas luego de más de 100 años.
Amélie Oudéa-Castéra, ministra de Deporte de Francia, se sumergió y nadó por las aguas del río Sena la mañana del sábado 13 de julio para demostrar que este es apto para las competencias a realizarse en los Juegos Olímpicos de París 2024. A solo dos semanas del inicio de este importante evento deportivo que reunirá a atletas de 206 delegaciones, especialistas han señalado que todo apunta a que los niveles de contaminación serán aptos para las pruebas a campo abierto.
Acompañada de Alexis Hanquinquant, abanderado de Francia para los Juegos Paralímpicos de París 2024, la ministra y el triatleta dieron varias vueltas al río entre el famoso Puente Alejandro III y el de Los Inválidos, ambos vestidos con trajes de neopreno y gorros de baño.
En declaraciones a la radio RMC, Oudéa-Castéra manifestó sentirse emocionada y muy conmovida por el anuncio de los organizadores de los Juegos Olímpicos, quienes informaron que las muestras del río Sena mostraron aceptabilidad en 10 de los 12 días de pruebas. "Lo que me impulsa es todo el trabajo que han realizado los servicios estatales y las comunidades durante los últimos cuatro años", agregó.
En este sentido, resaltó el legado que deja la limpieza del río Sena, proyecto que tuvo un costo de US$ 1.550 millones y que ha sido criticado por muchos parisinos. “Dijimos que estaríamos preparados y lo estamos. Es realmente fantástico decir que, como legado, todos los residentes de Francia, los franceses y los pueblos de todo el mundo, podrán beneficiarse de esto. Decir que gracias a los Juegos lo logramos, es superpoderoso", señaló antes de lanzarse al agua.
París 2024 enfrenta un gran desafío: la calidad del agua del río Sena, donde se disputarán las pruebas de natación del triatlón (30 de julio para hombres, 31 para mujeres y 5 de agosto para el relevo mixto) y el maratón de aguas abiertas (8 de agosto para mujeres y 9 para hombres).
Nadar en el Sena ha sido ilegal durante más de un siglo debido a la alta contaminación, pero recientemente se han permitido algunas actividades como parte del triatlón. Las autoridades han invertido US$1.550 millones en la limpieza del río, incluyendo la construcción de una nueva cuenca de almacenamiento de agua de lluvia.
Sin embargo, las fuertes lluvias ponen a prueba estos esfuerzos. A pesar de la nueva infraestructura, los niveles de E. coli en el río aumentaron 10 veces por encima del límite considerado "bueno" para la natación durante las tormentas de mediados de junio.
Si bien se esperan lluvias durante los Juegos, las autoridades tienen la esperanza de que la cuenca de almacenamiento y otras medidas sean suficientes para mantener los niveles de E. coli dentro de los límites aceptables.
