Continúa la ofensiva rusa en Ucrania. El Ejército ruso lanzó este sábado varios ataques aéreos sobre dos aldeas ucranianas, una en la región de Jersón y otra en la provincia de Járkiv, que causaron la muerte de al menos tres personas. Alrededor de una veintena de civiles resultaron heridos, según el recuento las autoridades.
En el pueblo de Prioserne, dos mujeres, una de 72 años y otra de 50, perdieron la vida en un ataque ruso en el que también resultaron heridos dos hombres, uno de 41 años y otro de 85 además de una señora de 58 años. Otra víctima mortal se cobró la serie de ataques contra el pueblo de Budi, ubicado en Járkiv. Los rusos lanzaron el segundo ataque cuando los servicios de rescate llegaron al lugar bombardeado.
«El trabajo de los rescatistas siempre está plagado de peligros, especialmente ahora que el Estado terrorista está destruyendo sistemática y despiadadamente la nación ucraniana», recoge el comunicado del Ayuntamiento de Járkiv. «Hoy, Artem Kostyrya ha sido asesinado por los ocupantes rusos durante un bombardeo repetido de la aldea de Budi». Artem Kostyrya era el jefe del departamento de distrito del Servicio Estatal de Emergencias.
Las autoridades ucranianas siguen recabando información para determinar el alcance total de las víctimas, pero han dado cuenta hasta ahora de nueve hospitalizaciones, incluida la de un niño. Mientras, sus Fuerzas Armadas llevado a cabo en las últimas horas varias operaciones de contraofensiva a gran escala que han tenido éxito desde el punto de vista operativo, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), el think tank con sede en Washington.