La Eurocopa d
e Jude Bellingham prácticamente se puede resumir en solo dos instantes: el cabezazo a Serbia en la puesta en escena de Inglaterra y la chilena a Eslovaquia en octavos de final con la que rescató a su selección del ridículo. Mucho y muy poco a la vez para un jugador que ha sobrevivido en la Eurocopa gracias a esos dos chispazos decisivos, pero que también ha deambulado cansado por los estadios de Alemania en el tránsito hacia la final que disputará ante España este domingo en Berlín.
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