Ni un año ha estado Alejandro Nolasco en el Gobierno de Aragón, pero le bastaron pocas semanas para hacerse conocido en la comunidad. El líder de Vox en Aragón era hasta esta semana vicepresidente primero y consejero de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia. Se va del gobierno tras haber logrado la derogación de la Ley de Memoria Democrática y con varias polémicas a sus espaldas.
Nolasco nació en Pamplona en 1991 y ha vivido en Teruel los últimos seis años, donde tiene su propio despacho como abogado. Se afilió a Vox en 2019, cuando se presentó como candidato a la alcaldía de Teruel. Fue el único concejal de la formación en esos comicios y también fue designado como consejero en la Comarca Comunidad de Teruel. En las elecciones generales de ese mismo año encabezaba la lista de Vox al Congreso por Teruel, pero el partido no obtuvo representación y desde 2020 ejerció como presidente provincial de Vox Teruel.
En las elecciones del 28 de mayo de 2023, Nolasco y otros seis miembros de Vox lograron su escaño en las Cortes de Aragón. A partir de ese momento, empezó un proceso de negociación en el que se sabían con la sartén por el mango para lograr entrar en el Gobierno de Aragón, puesto que el PP no sumaba con ninguna otra fuerza política. Finalmente, en agosto de 2023 se fraguó el acuerdo, en el que se deja ver la influencia de Vox en aspectos como el veto parental, la rebaja de impuestos, la derogación de ley de Memoria Democrática o la reforma de la ley trans.
Antes de su etapa política, Nolasco se formó en Historia y Filosofía y ha publicado seis libros, el primero de ellos cuando tenía 18 años. Es director de las jornadas literarias “Impulsa Literatura” y de la Revista Cultural Digital “El punto de mira”, además de presidente y fundador de la Asociación Nacional de Jóvenes Escritores. Uno de sus libros ensalzó el testimonio de 50 combatientes de la División Azul que ayudaron a los nazis en la II Guerra Mundial. Según comentaba Nolasco en la propia presentación del libro, los divisionarios “iban al fin del mundo para luchar por sus ideas, contra el comunismo”, haciendo hincapié en que “todos hablaban mal de los alemanes, que contemplaron aquello como una guerra de conquista e iban generando enemigos”.
La publicación de este libro fue previa a su nombramiento como consejero, cuando aún era concejal de Vox en el Ayuntamiento de Teruel. Nolasco exponía durante la promoción del libro que “el testamento histórico de cincuenta señores nonagenarios y centenarios que, en el ocaso de sus vidas, han recordado que una vez fueron jóvenes y se fueron al último confín del mundo a luchar contra el comunismo”, así como “las vivencias de unos hombres que tomaron parte en una de las últimas guerras de la historia de la humanidad en las que se luchaba por motivos románticos”.
Trabajando en otro de sus libros, Nolasco se entrevistó antes de entrar en Vox con varios excombatientes de la Guerra Civil y con asociaciones que tratan de perpetuar la historia, incluso se llegó a hacer una foto con la bandera republicana. Sin embargo, desde su puesto en el Gobierno de Aragón ha criticado en todo momento la Ley de Memoria Democrática, que califica de “sectaria y liberticida”, hasta su derogación, y, junto con el PP, han sacado adelante un plan de concordia que no nombra el Franquismo o la Guerra Civil.
A mediados de marzo, en un arranque de islamofobia, Alejandro Nolasco rompió delante de los medios de comunicación un folleto informativo sobre el Ramadán en Huesca y exigió al Gobierno de España que “paralice, retire y detenga las concesiones de la nacionalidad española a todas aquellas personas que provienen de culturas islámicas” al argumentar que el islam “va en contra del progreso de la igualdad y de la libertad”.
La política migratoria de Vox es contraria a la acogida y aboga por la deportación de los menores migrantes que llegan a Canarias y que se encuentran en las islas. Nolasco ha manifestado en varias ocasiones su oposición a la acogida de cualquier persona en situación irregular. El último ejemplo ha sido en su dimisión, cuando ha dicho que “no vamos a consentir que haya mas menas en Aragón. Vamos a velar por la seguridad de los aragoneses, si esos menas violan, matan, roban no va a ser con mi conciencia”.
Una de sus ideas mas rocambolescas fue grabar a Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, en un breve intercambio que tuvieron cuando el ministro acudió a la sede del Gobierno de Aragón, donde se desarrollaba la Conferencia Sectorial de Administración de Justicia.
Nolasco le entregó al ministro Félix Bolaños una copia del informe del Consejo Consultivo de Aragón sobre la legitimidad de la comunidad autónoma para presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la ley de amnistía y grabó la conversación que mantuvieron. Sin embargo, ante el escándalo, Nolasco justificó que siempre lleva un micrófono antes de sus intervenciones y que no sabía si estaba “abierto o cerrado y no di orden de que se abriera ni de que se grabara nada, porque si yo también tengo que controlar esos detalles, pues apaga y vámonos”. De hecho, anunció despidos en su gabinete de prensa.