Valeri Lobanovski fue un visionario en un tiempo y en un lugar, la Ucrania soviética, donde no se estaba para más floritura que la de los resultados. Ucraniano fiel, su táctica de un fútbol físico, de fuertes presiones, la utilizó tanto en el Dynamo como en la selección soviética que, por aquel entonces, tenía, lógico, gran acento de Ucrania y de su equipo bandera, el Dynamo de Kiev . Lobanovski podía ser cruel, pero en su concepción del fútbol siempre pasaba algo. Viene Lobanovski a este álbum con cara de adusto actor inglés como símbolo de aquella URSS que llegó a la final de la Eurocopa de 1988. La perdió, sí, pero delante había una pléyade de estrellas de aquellos...
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